La economía de Japón muestra un PIB de 4.432.007 millones de euros (2020), que es cuatro veces el tamaño de la economía del Estado. Con una población de 125,8 millones de personas (2,6 puntos superior a la población española), su PIB per cápita es de 35.221 euros, mientras que este mismo ratio en España es de 23.673 euros y de 32.727 euros en Euskadi.

La industria tiene un fuerte peso en la economía japonesa, representando en torno al 29% de su PIB. Las industrias más importantes en Japón son la industria automotriz, la electrónica de consumo y la energía renovable. Algunos de los sectores más importantes de la economía japonesa que pueden ser de interés para Euskadi son la automoción, la electrónica de consumo, las energías renovables y la máquina herramienta.

En los últimos años han sido muchas las iniciativas que han demostrado los lazos que unen a Euskadi y Japón. De hecho, el país nipón fue considerado prioritario en la Estrategia Euskadi Basque Country 2020. Ya en los dos años previos, las visitas y encuentros entre agentes y responsables políticos de Euskadi y Japón se intensificaron y sirvieron para dar a conocer el potencial de la industria vasca, y facilitar a las empresas vascas la apertura de mercados y canales de cooperación en diferentes sectores, y en particular, en la automoción y las energías renovables.

Entre estos encuentros, destaca el viaje que realizó a finales de 2018 la consejera Arantxa Tapia, en el que se presentó la política Basque Industry 4.0, y las visitas, en 2019, de los Gobernadores de Fukushima y de Mie, prefecturas con las que Euskadi tiene firmados Memorandos de Entendimiento en diversos ámbitos; en el caso de Fukushima, en el sector de las energías renovables, y en el caso de Mie, en los sectores de política industrial y turismo cultural.

Japón tiene la tercera economía más grande del mundo y es un exportador líder de vehículos, maquinaria, electrónica y robótica. Sin embargo, el envejecimiento demográfico ha obstaculizado la expansión, con un débil crecimiento de los salarios y una inflación que pesa sobre el consumo privado.