El descenso en el precio de la luz en enero permitió que el IPC del primer mes del año cayera un 0,5% respecto a diciembre, recortando así su tasa interanual hasta el 6%, según dio a conocer el INE. Un dato cuyo valor, no obstante, el Gobierno quiso relativizar, ya que la vicepresidenta y ministra de Economía, Nadia Calviño, admitió ayer lunes que el Ejecutivo espera una inflación alta en el primer semestre del año por los costes de la energía. La incertidumbre sobre el comportamiento del mercado eléctrico afecta a toda Europa y condicionará la evolución de todas las economías.

En lo que se refiere a las variaciones mensuales, el IPC se anotó en enero su primer descenso después de cinco meses consecutivos de ascensos especialmente pronunciados en octubre y diciembre, cuando creció un 1,8% y un 1,2%, respectivamente. Pero, por otra parte, a pesar de la moderación de la inflación en general, la subyacente -que no incluye la energía y los alimentos frescos- aumentó en enero hasta el 2,4% en tasa interanual. Se trata de la tasa más alta de la inflación subyacente desde octubre de 2012. Este es, además, un indicador que lleva en ascenso desde el mes de abril, lo que prueba que el problema de la inflación está en camino de convertirse en estructural.

ENERGÍA E IPC

Por otra parte, el INE ha aplazado la incorporación del mercado liberalizado de la electricidad en el cálculo del IPC hasta obtener la información que han de suministrar las compañías eléctricas “con un suficiente nivel de detalle y con los criterios técnicos necesarios que permitan aplicar una metodología consistente con los requerimientos exigidos en el cálculo del IPC”.

Por otra parte, el organismo señala que la situación “errática” del mercado eléctrico en la actualidad “no favorece la introducción de ningún cambio metodológico”, pues podría “desvirtuarse” el análisis de la evolución de los precios en el Estado a lo largo del presente año y los siguientes.

En este sentido, el INE recuerda que cualquier cambio metodológico que se introduce en el IPC puede producir un “sesgo” en la medición de las tasas anuales.

“Cuanto mayor sean las oscilaciones de los precios, más importancia tendrá el sesgo en la medición. Este requisito de estabilidad no se ha producido a lo largo de 2021”, apuntó.

La excepcionalidad en torno a los precios de la electricidad hizo que el Gobierno acogiera ayer lunes con cautela la caída del IPC. Nadia Calviño manifestó ayer lunes que la previsión del Gobierno español es que en la primera parte de este año todavía haya una “variación positiva” del IPC debido a los costes de la energía.

Calviño señaló ayer que el Gobierno ya preveía que durante la primera parte se registrarían tasas de inflación altas como consecuencia del alza de los precios de la energía, para a continuación agregar que “lamentablemente” el Gobierno no tiene el “control” de lo que pueda pasar con los precios del gas en los mercados internacionales, sobre todo por la actual crisis entre Occidente y Rusia.