El grupo vasco de telefonía Euskaltel dijo adiós a la Bolsa, ayer martes, seis años después de empezar a cotizar en el mercado. La compañía integrada por las marcas Euskaltel, R, Telecable y Virgin Telco, debutó en el parqué el 1 de julio de 2015 a 9,50 euros la acción, lo que suponía una capitalización de 1.202 millones de euros, y se ha despedido a 10,94 euros, lo que supone valorarla en unos 1.954 millones, rozando los 11 euros del precio de la oferta pública de empleo (opa) presentada por MásMóvil y que ha sido secundada por el 97,66% del capital. El nuevo dueño pidió a la CNMV la exclusión del valor del mercado bursátil y el citado organismo suspendió la cotización.La compañía vasca de telecomunicación nació de la mano de una iniciativa pública para ser una alternativa en Euskadi a Telefónica, el antiguo monopolio español de telefonía.

Euskaltel -que surgió en 1995 de la mano del Gobierno vasco y de las cajas de ahorros de la CAV en aquella época, (BBK, Kutxa y Vital), y entre cuyos activos estaban algunas redes sufragadas por los ciudadanos vascos con sus impuestos-, ha acabado en manos de los fondos de inversión extranjeros Providence, KKR y Cinven. Lo que comenzó como un proyecto local vasco de compañía de telecomunicaciones premium -recuérdese que ofrecía servicio bajo conexión de fibra óptica cuando el líder del mercado seguía defendiendo el antiguo hilo de cobre, menos prestacional, con el ADSL-, se ha convertido en una compañía española más volcada hacia el low cost que otra cosa, a la vista de sus últimos resultados.

Eso sí, aunque la empresa es una marca más en el conglomerado de MásMóvil, seguirá teniendo su sede en Euskadi, algo que quiso resaltar ayer la consejera de Desarrollo Económico del Gobierno vasco, Arantxa Tapia, en el transcurso de una entrevista en Radio Euskadi, en la que afirmó que Euskaltel “seguirá en Euskadi porque además así lo han dicho sus accionistas y así lo han afirmado en el momento de poner en marcha esta adquisición”.

De cara al futuro inmediato, Tapia también reiteró que, tras la opa de MásMóvil a Euskaltel, el Gobierno vasco seguirá “colaborando” con la empresa, al igual que lo hace con todas las compañías ubicadas en el País Vasco, “para que su desarrollo sea el mejor posible”.

En todo caso, la transformación de Euskaltel de una iniciativa de origen local vasco y pública, en una filial de un grupo español como MásMóvil, se aceleró con la entrada en el accionariado vasco del fondo británico Zegona como parte del precio a pagar en la compra de la asturiana Telecable, y el fichaje de José Miguel García como consejero delegado.

El objetivo del exdirectivo de Jazztel era diáfano: poner en valor, para sus accionistas, Euskaltel, y ello pasaba por crecer y dar el salto definitivo al mercado español para atraer el interés de nuevos inversores, como ha ocurrido, ya que la salida a Bolsa y el circunscribirse al territorio de la Cornisa Cantábrica, desde Galicia a Euskadi, no era suficiente. Para ello, en Euskaltel se apostó por una marca internacional como Virgin. Ahora empieza una nueva ruta.

Bolsa. El operador vasco salió a Bolsa el 1 de julio de 2015, a 9,50 euros por acción. Ayer, 17 de agosto de 2021, a petición de MásMóvil, abandonó el mercado bursatial a 10,94 euros por acción

MásMóvil. El nuevo máximo accionista de Euskaltel controla, tras la opa lanzada el pasado 27 de marzo, el 97,66% del capital. MásMóvil está en manos de los fondos extranjeros Cinven, KKR y Providence.

“Euskaltel seguirá en Euskadi porque así lo han dicho sus nuevos accionistas”

Consejera de Desarrollo Económico