La internacionalización y el desarrollo tecnológico es una de las llaves que abren el muro de la crisis actual. El reto es de altura, pero Urzelai asegura que la orientación industrial de Euskadi es un punto de partida.

¿Ha bajado la actividad en las oficinas de Spri en el mundo?

—Estamos redoblando esfuerzos para seguir identificando oportunidades y armar proyectos desde Euskadi para aprovecharlas.

¿Sigue generando Euskadi interés en inversores internacionales?

—Invest in Basque Country se puso en marcha en 2014. Hasta finales de 2019 se han cerrado con éxito un total de 136 proyectos de inversión extranjera en Euskadi, lo cual grosso modo supuso la creación de más de 2.500 puestos de trabajo en Euskadi y el mantenimiento de otros 3.500 empleos. Los datos demuestran que Euskadi es conocida y reconocida a nivel internacional sobre todo como un polo de competitividad en desarrollo industrial asociada a la tecnología y la innovación. Euskadi sigue siendo atractiva para la inversión extranjera, pero somos conscientes de que la coyuntura es compleja para la inversión en general.

¿Qué papel puede jugar el centro vasco de ciberseguridad en la aceleración en la digitalización de las empresas?

—El centro de ciberseguridad, entre otras muchas cosas, ha aportado tres cosas a Euskadi, a las empresas de ciberseguridad. En primer lugar, se ha dado más visibilidad a la oferta de ciberseguridad en Euskadi. Ha hecho más visibles a las empresas del sector y se ha puesto en marcha la asociación Cybasque, que aglutina a casi 50 compañías vascas de ciberseguridad. Tenemos un sector y no unas cuantas empresas. Además, se está generando negocio entre las empresas industriales, la ciberseguridad es imprescindible en un mundo cada vez más conectado.

¿Qué retos se plantea el nuevo director de Spri?

—Sobre los objetivos que nos hemos planteado en el Departamento de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, tenemos retos como el de reducir la tasa de desempleo por debajo del 10%, el de que la industria y los servicios avanzados ligados a la industria supongan un 40% del PIB vasco. Y tenemos muy claro en Spri que la industria y la industria avanzada tiene que ser nuestro diferencial, porque es la que genera empleo estable para ser un país con los mayores niveles de bienestar posible. Pero somos conscientes de que, entornoa la industria, vienen una serie de cambios importantes. Vamos a pasar este mal trago, pero de cara al futuro vamos a ayudar a que nuestra industria aproveche las oportunidades de las transformaciones para avanzar hacia una industria más sostenible, más digital y más social.