BILBAO - Las políticas comerciales restrictivas de Estados Unidos de la mano de la administración del presidente Donald Trump está teniendo un efecto indirecto negativo en la economía europea, pero a partir del 18 de octubre los aranceles estadounidenses a productos agrícolas europeos en represalia por las ayudas públicas que ha recibido el consorcio aeronáutico Airbus, no mayores que las norteamericanas a Boeing, abrirán un nuevo escenario que Europa trata de evitar. De hecho, la Unión Europea seguirá “presionando” a Estados Unidos “hasta el último momento” para conseguir un acuerdo que evite la aplicación de los aranceles, según señaló la comisaria de Comercio europea, Cecilia Malmström.

Como se recordará la administración norteamericana quiere imponer a partir de este próximo viernes aranceles del 25%, entre otros a diversas exportaciones agrícolas del Estado español, Francia, Alemania y Reino Unido, los países que apoyan al consorcio Airbus.

Euskadi se vería afectado porque entre los productos que van a sufrir los referidos aranceles están las exportaciones de vinos tranquilos, caso de los caldos de la Rioja Alavesa o los txakolis.

Y este no es un asunto menor para el sector vitivinícola vasco porque un tercio de las ventas en el exterior de vinos se centran entre EE.UU. y Reino Unido, dos de los tres mayores mercados.

Europa, según Cecilia Malmström intenta que Washington retire los aranceles o, por lo menos, “congele” su aplicación. “Seguiremos presionando a los americanos para ver si podemos conseguir un acuerdo. O al menos sentarnos juntos para congelar por ahora los aranceles”, afirmó la comisaria que defiende una negociación entre las partes.

La ministra de Industria, Reyes Maroto, indicó que la postura de la administración Trump en el mercado internacional es una “irresponsabilidad” y comprometió al Gobierno para defender los intereses de empresas españolas.