bilbao - El teléfono no para de sonar. Orio ha añadido otra muesca más a su historia y Jon Salsamendi es el entrenador que le ha llevado a ello. La primera Eusko Label Liga para el club más laureado fuera de esta competición. Sin embargo, el oriotarra no valora entrar en la historia, sus recuerdos miran al trabajo de los remeros que dirige y al rendimiento que le han dado en el día a día.

¿Qué tal está después de lo vivido en estos días?

-Las sensaciones que tengo son una mezcla entre cansancio y placer. Hay mucha satisfacción por el trabajo realizado y, sobre todo, por la forma de cómo se ha trabajado este año. También estamos reconfortados porque los resultados han acompañado y el final de fiesta ha sido inmejorable.

¿Tener la liga encaminada restó felicidad a la consecución del título?

-Para nada. El domingo no ganamos nada en cuanto a la regata, pero llevamos la Corona a casa. El recibimiento que se vivió en ese día demuestra que por mucho que estuviera encaminada desde hace fechas, hubo mucha emoción.

¿Cómo vivieron ese día de celebración con el pueblo?

-Los recibimientos en Orio siempre son emocionantes, pero el domingo fue un recibimiento muy espectacular porque nos prepararon sorpresas que no esperábamos, como la llegada en barco o la pasarela. Había mucha parafernalia pero eso nos llevó a que fuera más sentido y el recibimiento va a quedar en el recuerdo de toda la gente. Se lloró mucho tanto en la afición como en el equipo.

Un pueblo que vive el remo intensamente.

-Estoy súper agradecido también al entusiasmo que ha mostrado la afición desde el primer día hasta el último. No solo es algo simbólico o una ilusión, es efectivo y los datos están ahí. No sé que palabras utilizar para agradecer a la afición el apoyo que nos ha dado.

Lo que ya no se puede decir es que Orio nunca ha ganado la Eusko Label Liga.

-Había ganas de ello, pero en Orio tampoco es que haya existido una presión especial por no tener esa liga, era más un vox populi. En una temporada en la que se decía que había seis clubes con opciones de ganar la ACT, que se preveía tanta igualdad, se ha dado la contradicción de que ha sido uno de los cursos que con más diferencia ha habido del primero al segundo.

¿Le sorprendió dar esta imagen durante este curso?

-Nadie creía en eso más que algunos de nosotros a partir del final del invierno. No lo decíamos, pero pensábamos que podíamos hacer cosas interesantes. El día a día, los datos, las competiciones de invierno? nos estábamos dando cuenta de que éramos capaces de andar rápido y mantener un alto rendimiento durante meses. No recuerdo una semana mala de entrenamiento y eso se ha visto en liga. El mérito de esto lo tiene la plantilla por el entusiasmo que ha puesto todo el año entrenando.

¿Cuál es la clave para mantener este nivel en una temporada tan larga?

-Primero cuenta mucho el perfil humano del grupo que hemos armado. Hemos tenido la suerte de encontrarnos con un grupo donde se han juntado el hambre y las ganas de comer. A nivel individual, sabíamos que no éramos los más guapos de la clase, tampoco los más feos, y no teníamos dos o tres elementos que pudieran resolver cualquier problemática en cuanto a rendimiento. Sin embargo sí que sabíamos que éramos muy atractivos como colectivo. El grado de cohesión que ha tenido este equipo ha sido altísimo y eso va más allá del ambiente de vestuario. Los resultados, la preparación, no echar balones fuera cuando la responsabilidad es nuestra? para ello hay que hacer muchas cosas y han salido de forma natural.

¿Qué papel tiene un entrenador en esta dinámica?

-He tratado de valerme de todo ello para devolverles el trabajo más profesional posible que puede hacer un entrenador en todas las facetas que desarrolla. A nivel de cohesión los remeros han puesto tanto por su parte que no nos ha costado mantenerlo durante la temporada y ahí está la clave del éxito de este año.

Por lo que dice, le han puesto fáciles las cosas.

-Sí, desde el primer día hasta el último. Tenía una misión muy clara y personal, sobre todo viendo lo que pasó en otoño del año pasado y tenía el recuerdo de la primera jornada de La Concha en mi retina. Tenía que intentar ser el mejor entrenador que yo podía ser y para ello si tenía que bajar al nivel uno de todos estos procesos que trato de desarrollar en los trabajos de cada año, estaba dispuesto a hacerlo. A cuestionarme todo lo que tuviera que cuestionar por mucho currículum anterior que tuviera. Era una obligación para mí y viendo la disposición de ellos todavía más.

En Orio inician un nuevo proyecto con el nombramiento como presidente de Iosu Esnaola. ¿Qué le parece?

-Este es un club en el que hay mucho movimiento tanto en el tema de los remeros como en las actividades que organiza todo el año. La nueva directiva ha hecho bien en no entrar como un elefante en una cacharrería y suena como un proyecto continuista. Una cosa es que entren con respeto, pero seguro que ellos mismos una vez que estén dentro se dan cuenta de que quizás hay cosas que nosotros no nos hemos dado cuenta de que se pueden hacer de otra manera. Con respeto de inicio, como lo están haciendo en el fondo y las formas, es bueno que gente nueva pueda fiscalizar todo y saquen sus propias conclusiones e intenten mejorar, que es lo que queremos todo. Ha sido continuista en el respeto, pero desde dentro ellos tienen que elegir las cosas porque al final va a ser su responsabilidad.

¿Seguirá Jon Salsamendi en este nuevo proyecto?

-Mi palabra la tienen. Cuando se presentó esta nueva andadura hablaron conmigo y en su mano está. No hemos firmado nada. Siempre firmo las cosas y firmo un año, o intento hacerlo así por lo menos. Cuando me enteré de que Iosu Esnaola se iba a presentar valoré su atrevimiento y le dije que no le quería comprometer a nada porque podría ser que tuvieran otras ideas. Me dijo que era clave que yo siguiera. De palabra me comprometí y tiene que pasar una hecatombe para que no la cumpla.

El hambre de ganar sigue presente.

-No sé si es hambre o necesidad o no querer de dejar de funcionar de esta manera. No va a ser fácil mantener estos niveles de rendimiento pero creo que a todos nos ha quedado claro dónde está la fuerza de este equipo. Sé que para mantenernos hay que mejorar y en ello estaremos. La base que hemos armado este año sería bonito que tuviera continuidad y no basta con que sigan los elementos, hay que continuar con las mismas intenciones. Tendremos momentos mejores o peores, pero eso es lo que me motiva a afrontar otro año más en Orio.

“En Orio tampoco es que haya existido una presión especial por no tener esa liga, era más un vox populi”

“A nivel de cohesión los remeros han puesto tanto por su parte que no nos ha costado mantenerlo”

“Estaba dispuesto a cuestionar todo lo que tuviera que cuestionar por mucho currículum que tuviera”