Duración: 57 minutos.

Pelotazos: Se cruzaron 492 pelotazos a buena.

Saques: 1 de Artola (tanto 6) y 3 de Irribarria (tantos 2, 5 y 9).

Tantos en juego: 8 de Artola, 8 de Irribarria y 2 de Zabaleta.

Errores: 3 de Artola, 5 de Irribarria, y 6 de Mariezkurrena II.

Marcador: 0-2, 1-2, 15, 4-5, 4-6, 5-6, 6-6, 6-7, 7-7, 7-9, 9-9, 12-9, 12-15, 13-15, 13-19, 14-19, 14-20, 15-20 y 15-22.

Incidencias: Partido correspondiente a la undécima liguilla de cuartos del Parejas de Primera. Lleno en el Labrit de Iruñea. El dinero salió doble a sencillo en favor de Irribarria y Zabaleta.

Bilbao - Incluso en los días fríos del invierno, en su corazón, el Labrit de Iruñea supura fuego. Más si cabe cuando se convoca una reunión de dinamiteros, profesión de Irribarria y Zabaleta, dos tipos capaces de derribar las murallas de Jericó sin necesidad de trompetas. Les bastaría con su pegada descomunal, esa que solo está al alcance de los pesos pesados, tipos que noquean voluntades con la carga de manos de piedra. A Irribarria y Zabaleta, los forzudos del Parejas, solo les sombrea el frío y la falta de confianza. “Hemos empezado fríos, sin arriesgar”, reconoció Irribarria una vez alcanzada la dicha. Su arrancada es la de aquellos vehículos con starter. Ocurre que cuando se encienden son una columna de panzers que todos lo derriban a su paso. Cuando el duelo ante Artola y Mariezkurrena II pintaba con gesto feo y mueca de preocupación, 12-9 por delante los de Baiko, se reunieron en cónclave Irribarria y Zabaleta. Decidieron exponerse. Dar un paso al frente. Se arrancaron el frío abrigo de la desconfianza a jirones y empaquetar un triunfo, el séptimo, que les coloca a un palmo de semifinales. Irribarria, aterido en el primer pasaje, se descubrió. Entró en erupción el de Arama, volcánico, y su lava quemó las aspiraciones de Artola y Mariezkurrena II, que encajaron un parcial de 13-3 en contra para agachar la cabeza ante la potencia de fuego del aramarra y el de Etxarren por 22-15. A Artola y Mariezkurrena, con seis triunfos, aún les resta tajo en el Parejas.

Hasta que llegaron a la corona de laurel con una escapada de Zabaleta, el debate del Labrit vivió en dos escenarios. En el primero, Artola se engalanó. Se cosió varias medallas en la pechera. Mariezkurrena II soportó a Zabaleta e Irribarria, incómodo, aún buscándose, no era capaz de mantener el ritmo de Artola, afilado en el remate y laborioso en la zanja. Bien empastados el guipuzcoano y el debutante navarro, equilibraron un arranque con varias toses, indefinido, igualado. Mandaba el equilibrio porque Irribarria no daba con la tecla al dominio que ejercía Zabaleta, capaz de hacer botar la pelota con rabia. El zaguero de Etxarren abría huecos, pero el de Arama no hacía palanca, peleado con el gancho, solo amortiguado por el colchón de Zabaleta. Así que Artola enredó, metió ritmo al partido y sacó brillo siempre que pudo. En esas coordenadas, tras el empate a seis, ambas parejas se dieron la mano hasta que tres tantos consecutivos de Artola, conectadísimo y con el punto de mira calibrado al máximo, les dio vuelo mientras las dudas abrazaban a Irribarria y Zabaleta, que a pesar de su inclemente pegada llegaron al descanso por debajo en el luminoso 12-9.

cambio de decorado Irribarria y Zabaleta aprovecharon el respiro para mirarse en el espejo y hacer autocrítica. El delantero de Arama supo que tenía que ir a por la pelota y arriesgar. Zabaleta elevó su pegada. Entre ambos castigaron a Mariezkurrena y sacaron de la ecuación a Artola, convertido en un personaje secundario en el nuevo metraje. Para cuando pestañearon los colorados, Irribarria y Zabaleta les habían endosado un 6-0 de parcial. El partido era otro. Tenía dueño. Zabaleta sometía a Mariezkurrena II mientras que Irribarria se desató los grilletes del miedo y la frialdad. Entró en ebullición. Impulsado por Zabaleta, que alejó cada vez más a Artola del frontis, Irribarria se agitó. Detonación. Las semifinales les esperan a un dedo de distancia. La que liquidó Irribarria, un volcán en erupción.