Jon Rahm llegará al fin de semana del Masters metido en el torneo, pero con la sensación de haberse dejado golpes por el camino. Su vuelta de ayer, en un día muy complicado por el fuerte y racheado viento que azotó el Augusta National, fue de par, notable dadas las circunstancias, y le dejó con dos sobre par al cabo de dos jornadas de altibajos. Al cierre de esta edición, había reducido de siete a cinco golpes la distancia con el liderato, que no es insalvable. En los puestos de cabeza ya aparecían varios exganadores de la chaqueta verde y el número 1 del mundo, por lo que el barrikoztarra tendrá que afinar para lograr su objetivo de llegar a los últimos nueve hoyos del domingo con opciones de victoria.El vizcaino arrancó la jornada con dos birdies seguidos de mucho mérito. En el 1 embocó un putt desde casi seis metros y en el 2 estuvo muy cerca del eagle. Sin embargo, ese gran comienzo no tuvo continuidad y Rahm pagó varios malos golpes que le complicaron la vuelta. Esa falta de continuidad acabó reflejada, por ejemplo, en su balance en los pares 5 de Augusta. Hasta ahora, ha jugado ocho y solo ha igualado al campo, lo que supone perder muchas oportunidades de recortar golpes a un campo que tampoco concede muchas.

En el hoyo 5 se fue al profundo bunker de calle y la recuperación le dejó un putt de más de cinco metros que no pudo meter y le cayó el primer bogey del día. Después, enlazó pares con algunos putts que no entraron por falta de fuerza hasta el 12. En ese par 3 se fue de nuevo a la arena con el primer golpe, pero la bola le quedó pegada al talud y apenas pudo sacarla. No pudo embocar desde fuera y su tarjeta regresó al par. En el 14, protagonizo otro momento destacable con un excelente segundo golpe que le dejó un putt de dos metros y medio para el tercer birdie del día.

Rahm ya estaba de nuevo bajo par, entre las mejores vueltas del día, pero no pudo mejorar en el esprint final. En el 15, su approach se quedó corto y se tuvo que conformar con el par. En el 16, erró un putt asequible. Y en el 17 y 18 sus golpes de salida acabaron en zona arbolada. En el primero salvó el putt con un excelente chip, pero en el último hoyo falló otro putt desde dos metros y medio y se marchó a la casa club con el sabor amargo de ese bogey que le dejó a cinco golpes de la cabeza. El fin de semana del Masters se presenta muy abierto porque nadie ha sido capaz aún de romper a jugar en unas condiciones difíciles. Pero Jon Rahm no puede perdonar las situaciones de ventaja.