A Bandera de Zarautz supuso otro golpe directo más a las esperanzas de Kaiku. En una semana de cambios, con el cese del entrenador Carlos Rodríguez y la llegada de Peio de Vega, los sestaoarras llegaron a la prestigiosa bandera con la esperanza de dar un mordisco a la clasificación y acercarse al puesto del play-off. Pero no fue así. La igualdad de este curso volvió a provocar un alto movimiento de resultados en los dos días y la Bizkaitarraundécimo clasificado. Tres puntos más y dos regatas menos. Sin embargo, a pesar de que las matemáticas no son favorables y agarrarse a la épica sea la única baza, en Kaiku tienen claro que lucharán mientras haya la más mínima opción.

La directiva apostó por una revolución para agarrarse al milagro. Realizar un cambio drástico que cambiara la preocupante tendencia del equipo. Las opciones de salvarse eran mínimas y el cambio de entrenador fue una de las últimas balas. Esa estrategia llegó con una gran noticia el sábado. La Bizkaitarra finalizó en sexto lugar y la ilusión aumentó. Sin embargo, todo lo ganado se perdió en un solo día y el último puesto del domingo les dejó tocados en la clasificación. “El sábado acabamos contentos y después de los últimos resultados, ganar una tanda y hacerlo de la manera que lo hicimos, fue muy emocionante. Los propios remeros se lo merecían. El domingo salimos con la misma intención, pero no nos salieron los resultados. Lo que nos favoreció el sábado, el domingo no lo tuvimos”, apunta Peio de Vega.

Pero no todo fue negativo en el estreno del nuevo entrenador de la BizkaitarraDimos un cambio de imagen. Tanto el sábado como el domingo se vio un Kaiku luchador, con ambición y esa es la intención de aquí hasta que acabe la temporada”, afirma Peio de Vega. Es el principal objetivo de Kaiku. La salvación cada vez está más lejos, pero los sestaoarras no se quieren ir sin pelear: “Vamos a luchar hasta la última palada”. El ejemplo de este cambio de actitud fue la regata del sábado. Kaiku estuvo muchos minutos por detrás, pero no se hundió y combatió hasta el final de la tanda. Eso le permitió remontar posiciones y ganar en una txanpa final de infarto a Ondarroa. El sexto puesto fue un premio merecido.

Mantener esa lucha es la meta de Kaiku. No rendirse a pesar de que las matemáticas digan lo contrario. Los sestaoarras necesitan prácticamente un milagro para salvarse, pero tienen claro que pelearán por ello. Seguir con esa llama viva es la principal intención de la Bizkaitarra en estas cuatro regatas, aunque sean conscientes de que la permanencia no pasa solo por realizar buenas regatas. “Está muy complicado. Se podía dar un cambio de imagen y buscar otra visión, pero ya no dependemos de nosotros mismos. Se puede trabajar, pero no podemos influir en el resto de los equipos para que anden más o menos. La diferencia de puntos es mucha, ahora es más, pero antes de Zarautz ya estaba complicado”, comenta el entrenador.

Frustración y ansiedad

Otro de los objetivos de Peio de Vega es recuperar la moral de su cuadrilla. Avivar ese hambre que les permita luchar en las situaciones más complicadas y no recordar los numerosos palos recibidos este curso. “Es evidente que los resultados meten la frustración y la ansiedad en la cabeza. El domingo probablemente si no fuéramos un equipo dañado psicológicamente igual hubiéramos quedado últimos de la tanda pero las diferencias hubieran sido menores. Al final cuando ya te ves atrás, la cabeza trabaja mucho y el cuerpo no va”, reconoce el técnico. Este es uno de los aspectos donde más hincapié puso Peio de Vega en la primera semana y reconoce que se encontró una tripulación muy dispuesta a trabajar: “Me encontré una plantilla profesional, que me recibió con ganas. La actitud es muy buena, están receptivos y estamos trabajando sobre todo el aspecto psicológico”.

A pesar de lo complicado de la situación, Peio de Vega afronta esta etapa en Kaiku con ilusión y con la idea de aportar algo al equipo donde dio sus primeros pasos en el mundo del remo. “Mucha gente me preguntó por qué me metía en esto pero me siento capacitado para gestionar esta situación y además creo que mi perfil es bueno para ello. Para mí es un reto profesional”, afirma el entrenador de la Bizkaitarra, que al igual que su tripulación tiene claro que luchará hasta la última palada con el objetivo de inquietar lo máximo posible a los equipos que están por encima en la clasificación.

El último puesto del domingo hizo que Kaiku terminara el fin de semana de la Bandera de Zarautz más lejos de la salvación

Uno de los aspectos en los que más hincapié puso Peio de Vega en su primera semana como entrenador fue el psicológico