O pensaba esta mañana (por ayer) mientras estaba en el gimnasio. Seguro que cuando estábamos en LEB Oro mucha gente pensaba que los que menos posibilidades de echar raíces en el equipo tenían eran el joven que había llegado un poco a ver qué tal, que era yo, y el americano de turno, que era Jaylon Brown. Y mira, vamos a cumplir nuestra tercera temporada aquí. Y estoy encantado”. A sus 23 años, Tomeu Rigo (08-V-1997, Campos) es junto al escolta de Indiana el único superviviente de la plantilla del Bilbao Basket que hace dos cursos conquistó el ascenso a la Liga Endesa y todo un veterano en el vestuario de los veteranohombres de negro. El balear, a base de trabajo, entrega y competitividad cada vez que salta a la cancha, ha encajado como un guante en el esquema de baloncesto que propone Álex Mumbrú y de cara al próximo ejercicio, con Europa como motivación especial, espera continuar dando pasos al frente: “Quiero seguir creciendo. Creo que desde hace dos años he mejorado bastante, sobre todo me encuentro más seguro en el aspecto mental. Para un jugador de 18 años no es fácil dar el salto a la ACB y eso fue lo que me pasó a mí. Tienes que estar preparado física y mentalmente. Ahora tengo más experiencia, sé cómo van las cosas y me doy cuenta de que entrenando a diario a tope se va produciendo una mejora. Creo que este año puedo dar un poco más, como he ido haciendo cada temporada desde que estoy aquí, intentar aprovechar las oportunidades que tenga y, habiendo dos competiciones, supongo que los minutos se repartirán un poco más”.

La preparación de la nueva campaña comenzó el lunes. “Tenía ganas de arrancar. Empezamos con las dobles sesiones y ya han empezado a darnos cañita por lo que las piernas tendrán que ir acostumbrándose poco a poco”, apunta Rigo, que como cualquier persona en estos tiempos de pandemia se ve obligado a convivir con la incertidumbre que provoca el covid-19 en su actividad profesional, en su caso el baloncesto. “Lo mejor que podemos hacer es ir día a día e intentar hacer la pretemporada como siempre o incluso más intensa porque este año tenemos doble competición. Sí que tenemos un poco de incertidumbre porque hay muchas cosas que aún no se saben. Se puede entender que el deporte no es prioritario con un coronavirus tan jodido como este, pero hay que prepararse lo mejor posible para ver si se juega, que yo creo que se jugará. Nuestro trabajo es estar a tope e intentar ganar”, afirma.

El escolta balear considera que la situación actual de dudas e incógnitas en el horizonte es muy similar a la que tuvieron que afrontar en la fase final del anterior curso, disputada en la burbuja de Valencia. “Era de esperar que si se abría un poco todo, porque la economía tampoco podía seguir tan colapsada, iba a haber rebrotes. Era algo normal porque por muchas opiniones que haya todavía no se sabe casi nada acerca de este virus, hay muy pocas certezas. Esto era algo que podía pasar y la verdad es que ahora todos tenemos cierto respeto a que nos puedan volver a encerrar otra vez. Al menos nosotros tenemos unas fechas de competición marcadas y no sé si será con público, ojalá, sin público o con aforo limitado, pero se intentará jugar”, señala, calificando como normales y adecuados los consejos de cautela y vigilancia para evitar contagios trasladados por Mumbrú el lunes a los componentes de la plantilla: “Es el mayor ejemplo de que la situación que estamos viviendo no es la normal. Y es que tampoco podemos ir demasiado rápido para luego tener que dar dos pasos hacia atrás. Es mejor ir poco a poco y, si se ve que la cosa va bien, ir abriendo cada vez más el abanico que intentar meter ahora a 5.000 o 10.000 personas en un pabellón cerrado y que pueda haber rebrotes. Eso sería más jodido. Es mejor ir poco a poco con todo”.

En lo estrictamente deportivo, el escolta balear apunta que “apenas hemos tocado balón aún, pero parece que la plantilla es buena y compensada. Los fichajes tienen buena pinta”. Eso sí, asegura que establecer constantes comparaciones con respecto a la pasada temporada no sería ni justo ni conveniente. “Al final sigue la mitad de la plantilla del año pasado. En principio teníamos que ser más, pero seis tampoco es una cifra baja. Cada jugador y cada grupo tiene sus puntos débiles y sus puntos fuertes. Creo que todos tenemos claro que lo del año pasado fue algo un poco excepcional. Hacer lo que hicimos con el presupuesto más bajo de la categoría, acertar con todas las apuestas que se hicieron, con jugadores como Axel Bouteille o el propio Jaylon que rindieron incluso por encima de lo esperado… Eso es difícil de conseguir. Tenemos que tener cabeza, poner los pies en el suelo y saber lo que somos. Nosotros vamos a intentar competir en todos los partidos y, a partir de ahí, cumplir con los objetivos yendo paso a paso”.

“El covid-19 nos provoca incertidumbre porque hay muchas cosas que aún no sabemos cómo serán, lo mejor es ir día a día”

“Apenas hemos tocado balón aún, pero parece que la plantilla es buena y está compensada”

Escolta del Bilbao Basket