a coruña - Detrás de la progresión del Deportivo, que ha abandonado las posiciones de descenso cuatro meses después, juega un papel clave el delantero Sabin Merino, que ha descongestionado su olfato tras una sequía de tres años en partidos oficiales y ahora está inmerso en su mejor serie de encuentros consecutivos marcando.

Lo suyo con el Deportivo, tal y como él mismo dijo tras su debut el pasado 16 de enero, fue "llegar y besar el santo" porque en su primer partido de blanquiazul conectó un centro de Ager Aketxe, con el que había coincidido en el Athletic (tanto en el primer como el segundo equipo), y batió a Luca Zidane, portero del Racing.

Merino no marcaba en partido oficial desde el 23 de octubre de 2016, cuando batió al Real Madrid de Zinedine Zidane en el Santiago Bernabéu para poner el 1-1 en un partido que desequilibró Morata en la recta final.

El futbolista de Urduliz estuvo una temporada más en el Athletic, otro curso y medio en el Leganés y el gol se le resistió hasta que llegó al Deportivo. Tras anotar ante el Racing, repitió en la victoria del Deportivo ante el Cádiz, esta vez a pase del japonés Gaku Shibasaki, y volvió a ver portería, aunque de rebote, en el partido del pasado domingo con el Albacete, un tanto que dio nuevamente los tres puntos al conjunto gallego.

Merino ha recuperado el olfato goleador y la confianza tras una larga travesía en seco, aunque también sin demasiado protagonismo en el césped, como él dijo en su presentación. "Son dos años y tanto jugando quince minutos cada siete partidos", justificó a la hora de valorar su mala racha en el Athletic y el Leganés. El delantero reconoció que "no es fácil estar sin jugar porque te preguntas muchas cosas, dudas de ti, de todo".

De esa serie sin marcar y con pocos minutos ha pasado a lo contrario en el Deportivo: acierto de cara a puerta y titularidad en sus tres primeros partidos con la camiseta blanquiazul.

Sabin Merino convierte en gol todo lo que toca y se encuentra ahora inmerso en su mejor racha de partidos consecutivos marcando en toda su carrera en el fútbol profesional y también en su etapa en Segunda B. Nadie en el Deportivo había debutado con gol en sus tres primeros partidos como blanquiazul desde el brasileño Bebeto, en la temporada 1992/93.