Bilbao - A golpe de riñón, viéndose entre los elegidos del pelotón, Mikel Landa comienza a recuperar la autoestima. Casi dos meses después de dañarse la clavícula derecha en el primer día de competición de la temporada -el 31 de enero en la Challenge de Mallorca-, el ciclista del Movistar cantó bingo. Quizás antes de lo previsto, pero el de Murgia olió la sangre y no perdonó. Lo hizo en Italia, un país que le trae buenas vibraciones y donde en mayo buscará la gloria en el Giro. Solo cinco días después de reaparecer en la Milán-San Remo, el alavés se llevó la segunda etapa de la Coppi e Bartali. La carretera se empinó y las piernas le respondieron. Solo el australiano del Mitchelton, Lucas Hamilton, nuevo líder de la prueba, le aguantó el ritmo, pero en esta ocasión Landa salió victorioso del mano a mano en la línea de meta, situada en Sogliano al Rubicone.

El murgiarra puso la guinda a una breve pero explosiva etapa de 140 kilómetros. El menú presentaba cinco ascensiones puntuables y el alavés demarró tras un intento previo de Rubén Fernández en las rampas del decisivo Monte Tiffi, llevándose consigo a su rueda a Hamilton, compañero del entonces líder de la prueba Robert Stannard. Los casi cuarenta segundos con los que coronó Landa el ascenso sirvieron, pese al empuje final del pelotón, para que se jugase el triunfo en un ligero repecho final, con loseta incluida. Entre los perseguidores brilló Dayer Quintana, pero el hermano de Nairo fue atrapado a cinco kilómetros de meta.

“Desde el último puerto hasta meta me veía bien, estaba tranquilo porque detrás venían bastantes compañeros. Así que confiaba en que podíamos llegar, lo único que quería era tener la oportunidad de disputar la etapa”, destacó Landa, que es cuarto en la clasificación general, a 22 segundos de Hamilton.

guiño a los directores Lo que es evidente es que Landa necesitaba un resultado como el de ayer después de estas semanas de recuperación. Más de las esperadas. A la fractura de la clavícula derecha se le sumó una apófisis coracoides, que obligó al corredor a adoptar un tratamiento conservador para recuperarse mediante el empleo de células madre que regeneraron la zona dañada. Tras una larga estancia en barbecho, en la que el corredor tuvo que pelear con el dolor, Landa salió a la carretera el pasado 28 de febrero. Anteriormente estuvo atado al rodillo. “He superado lesiones muy graves y cuesta mucho volver. El año pasado acabé la temporada igual y empezar otra vez así ha sido complicado. Ahora, gracias a esta victoria, todo es más llevadero y me da confianza, sé que estoy en el buen camino y a tiempo de hacer un buen Giro. Max (Sciandri) y los directores confían más en mí que yo en mí mismo. Ven que entreno bien, pero el ciclista siempre tiene un poco de miedo al pelotón. Desde el comienzo de esta carrera me ha apoyado, ha organizado el equipo a mi alrededor y ahora estamos disfrutando todos”, subrayó Landa, que no ganaba desde el 10 de marzo de 2018, cuando fue el más rápido en la cuarta etapa de la Tirreno-Adriático. Ahora le restan dos jornadas importantes de media montaña: hoy en Forlí y el domingo en Sassuolo.

1. Mikel Landa (Movistar) 3h51:54

2. Lucas Hamilton (Mitchelton)m.t

3. Alexander Kamp (Riwal) a 11”

4. Evgeny Shalunov (Gazprom) m.t

5. Mauro Finetto (Delko)m.t

1. Lucas Hamilton (Mitchelton) 6h23:33

2. Damien Howson (Mitchelton) a 16”

3. Nick Schultz (Mitchelton)m.t

4. Mikel Landa (Movistar) a 22”

5. David de la Cruz (Sky) a 26”