Cuando concluyó con una derrota su partido ante el Flammes Carolo, todo el mundo pensaba, y así se publicó en estas páginas, que el Lointek Gernika Bizkaia estaba eliminado de la Eurocup, atendiendo a lo que el propio organismo había publicado en su web antes de la última jornada de la fase de grupos y a sus propias bases de competición. Pero hubo un inesperado cambio de criterio, no se sabe por qué motivo, que generó confusión durante unas cuantas horas y ayer jueves, una vez acabaron todos los partidos, el club conoció que accede a las eliminatorias como uno de los mejores terceros ya que, al final, le beneficia el empate con el Virtus Bolonia al aplicarse el average general.

Asumida la necesaria rectificación y celebrado gustosamente este viraje de la inescrutable FIBA, el caso es que el Lointek Gernika ha podido sobrevivir al grupo de la muerte gracias a aquella canasta, ahora valiosísima, de Belén Arrojo que cerró el partido ante el Virtus Bolonia y podrá prolongar su quinta participación en la Eurocup. Los próximos días 15 y 22 de este mes el equipo de Mario López afrontará el primer play-off. El primer partido se jugará en Maloste y el segundo en esta ciudad de Turquía a orillas del Mediterráneo.

El conjunto turco, que actualmente es tercero de la liga de su país, ha ganado los seis partidos de la primera fase y tiene una plantilla veterana y de calidad con jugadoras como las estadounidenses Quanitra Hollingsworth, nacionalizada turca, Yvonne Turner, que juega con pasaporte húngaro, Shavonte Zellous, que ejerce de croata, o Tiffany Hayes, ex del Avenida. Las británicas Temmy Fagbenle y Kristine Anigwe completan el grupo principal del Mersin, en el que las turcas tienen escaso protagonismo.

Las gernikarras tendrán la oportunidad de dar la vuelta a un torneo en el que están sufriendo mucho, aunque como destaca Rosó Buch "la actitud del equipo está siendo muy buena". Pero la asignatura pendiente está en Maloste, donde el Lointek Gernika aún no ha ganado esta temporada en Europa, en contraste con su balance en la Liga Femenina. Itzi Ariztimuño tiene la explicación: "En Europa todo es distinto. Los rivales son muy físicos".