Un regreso a lo seguro

bilbao - Fotis Katsikaris volverá a sentir mañana el cariño de Miribilla, como ocurrió la pasada temporada, cuando llegó al frente del UCAM Murcia. Al fin y al cabo, la afición del Bilbao Basket tiene bien presente que el técnico de Korydallos llevó a su equipo a las más altas cotas deportivas, con las finales de la ACB y la Eurocup. El griego llegó a la competición en 2006 para entrenar al Valencia Basket y alcanzó hace un par de jornadas los 250 partidos en la Liga Endesa, de los cuales 132 los dirigió en Bilbao con un balance de 76 victorias y 66 derrotas en tres campañas y media en las que el equipo se asentó entre los ocho primeros.

Este segundo regreso no parecía posible hace unos pocos meses cuando el griego fichó por el Lokomotiv Kuban con un contrato largo y el deseo de asentarse en uno de los clubes con más dinero de Rusia. Sin embargo, como le ocurrió en otras ocasiones en el baloncesto de aquel país, las cosas no fueron bien en el equipo que apartó a los bilbainos del título de la Eurocup en 2013 y Katsikaris se volvió en noviembre a Murcia, donde estaba residiendo su familia, con un bagaje escaso en la VTB League y la Eurocup.

“No fue una buena experiencia. Estas cosas pasan. No hubo confianza entre las tres partes, directiva, plantilla y cuerpo técnico, ni paciencia para tratar de alcanzarla”, explicó el entrenador heleno en Onda Vasca sobre su salida de un club que la campaña anterior había alcanzado la Final Four de la Euroliga, pero que sufrió cambios importantes en su plantilla y perdió también en pleno verano a Georgios Bartzokas, que fichó por el Barcelona, para cuyo banquillo había sonado también Katsikaris.

En fin, que las cosas del deporte han devuelto al griego al banquillo del UCAM Murcia con el que también hizo historia la pasada campaña al meterle por primera vez en su historia en el play-off, en el que dio guerra al Real Madrid, y por añadidura en las competiciones europeas. Club y técnico separaron sus caminos y el hecho de haber vuelto a coincidir puede hacer pensar que ambas partes se arrepienten de la decisión tomada al concluir la pasada temporada. El segundo fichaje de Fotis Katsikaris por el conjunto murciano sorprendió desde la distancia, sobre todo porque el presidente había mostrado su rechazo tajante cuando el público empezó a manifestar su disgusto con la labor de Óscar Quintana, el anterior entrenador, y recordó la figura del heleno. “No esperaba que me llamasen y acepté sin pensarlo demasiado. Fue una decisión tomada con el corazón”, admite Katsikaris. Parece que todos echaron pelillos a la mar, sobre todo la parte dirigente, y el entrenador vive su segunda etapa en el UCAM Murcia, al que regresó con la misma misión que en sus primeros meses en el Bilbao Basket: sacarlo de una situación apurada.

de menos a más Poco a poco, el equipo murciano va sacando sus mejores virtudes y la mano de Katsikaris se acabará notando. Otra cosa es que le de tiempo para llegar de nuevo al play-off, algo que solo será un objetivo posible si gana en Bilbao, donde el UCAM Murcia no lo ha hecho nunca. Seguramente, el heleno cambiaría sentir un poco menos de cariño del público y llevarse la victoria de Miribilla para confirmar esa mejoría, traducida de momento en dos victorias y dos derrotas . “Lo más importante es que los jugadores crean que pueden competir contra cualquiera, siguiendo un plan defensivo y en ataque. Hay que seguir ese camino”, señaló ayer en rueda de prensa.

Fotis Katsikaris sabe lo que le espera mañana: una afición volcada con su equipo y un rival guiado por el compromiso de un trío de jugadores a los que ya tuvo a sus órdenes en el Bilbao Basket. A Álex Mumbrú y Axel Hervelle “los jugadores más competitivos que he tenido nunca” se ha unido de nuevo Javi Salgado, que dio al técnico griego una de sus victorias con un triple sobre la bocina, o más allá, precisamente ante el Murcia en el BEC. “Ellos se juegan estar en el play-off y espero un partido muy complicado. El Bilbao Basket es muy agresivo en defensa y tendremos que mantener la calma para evitar pérdidas”, apuntó Katsikaris, que volverá a un sitio en el que fue “muy feliz”.