bilbao - Ivan Buva (Zagreb, 6-5-1991) admiraba de niño a Kobe Bryant y cuando comenzó a jugar de pívot se fijó en Tim Duncan, “un maestro en el poste bajo”, y en su compatriota Ante Tomic. “Cuando yo tenía 17 años él ya estaba en el Real Madrid y ahora tengo la suerte de enfrentarme a él. Es como un sueño”, comenta el croata, que trata de aprender y mejorar en su primera temporada en el Bilbao Basket.
¿Cuál es su balance de la temporada hasta ahora?
-Hasta hace poco no podía ser muy positivo. Nos quedamos fuera de la Eurocup en la primera fase y también de la Copa, que eran dos de nuestros objetivos. Además, yo no he podido estar al nivel que me gustaría casi hasta Navidades y ha sido complicado. Pero hemos vuelto a mejorar con buenas victorias y tenemos la oportunidad de luchar por el play-off. Quedan diez partidos y hay que ir a por ello. Nuestro rival debe ser el Andorra porque el séptimo puesto lo tenemos ya un poco lejos, sobre todo después de haber perdido contra el Unicaja un partido en el que tuvimos opciones.
¿Fue duro para el equipo perder esos dos objetivos?
-Sí, porque los tuvimos en la mano. Ganamos al Obradoiro, pero luego perdimos contra el Betis y esa derrota nos mató. Todos queríamos estar en la Copa porque era importante para el club y los aficionados. También para los jugadores porque es el torneo más fuerte de Europa. Y en la Eurocup acabamos pagando la derrota inicial ante el Alba Berlín en un partido que también tuvimos dominado.
El caso es que el equipo ha tenido muchos altibajos.
-En parte es lógico porque tenemos muchos jugadores jóvenes, muchos que jugaban por primera vez fuera de su país en una liga muy exigente y, además, hemos tenido unas cuantas lesiones. Eso ha hecho que todo costara mucho más, que no pudiéramos tener una línea constante en el rendimiento. Estoy convencido que sin las lesiones, sobre todo la de Tabu, habríamos estado en la Copa y en la segunda fase de la Eurocup. Pero ahora ya no tiene remedio y hay que pensar en lo que viene, en el partido contra el Murcia para no repetir lo que pasó al inicio de temporada y seguir sumando para superar al Andorra, que tiene que jugar aún en Bilbao.
¿Está satisfecho de su rendimiento?
-Lo puedo hacer mejor. Pero es un proceso, como siempre que llegas a un equipo nuevo. El juego es bastante diferente al que se hace en Italia: mucho más físico, más rápido y atlético. Aquí se juega mucho más en equipo mientras que en Italia quizás se busca más el uno contra uno. En la ACB se juega una defensa más agresiva, se quiere compartir el balón en ataque... Supongo que mejoraré con el tiempo porque lo que deseo es quedarme en la mejor liga de Europa.
Usted habló cuando llegó a Bilbao de que era un reto medirse a grandes pívots.
-Sí, es duro. Aquí hay seis equipos de nivel Euroliga y están muchos de los mejores pívots de Europa. Gente como Tomic, Ayón, Musli, Dubljevic y otros, con mucha experiencia y muy duros. Es el nivel más alto en el que he jugado y imagino que para ellos es más fácil defenderme a mí que al revés. Son gente que puede jugar el pick and roll o en el poste bajo y complica mucho las cosas, tienes que estar preparado para cada situación.
Ha demostrado que puede jugar de espaldas al aro y también tirar. Esa versatilidad le puede ayudar a estar muchos años en la Liga Endesa.
-Creo que tengo talento para anotar. Ahora agradezco todas las horas que pasé con mi primer entrenador, que me obligaba a usar las dos manos. Cuando llegué a Italia jugué de cuatro. La pasada temporada lo hice de cinco. Y en Bilbao estoy alternando, el entrenador me usa en las dos situaciones. Puede ser bueno para el equipo tener las dos posibilidades y yo solo quiero ayudar de la mejor manera.
Habitualmente, sale desde el banquillo con un papel de referencia anotadora. ¿Le gusta?
-A todos el mundo le gusta ser titular, a mí también, pero es algo que no me preocupa. Sé que el equipo necesita alguien que meta puntos desde el banquillo, algo que a veces nos falta. Si tiene que ser así, yo me adapto.
Firmó por tres temporadas. ¿El Bilbao Basket va a poder ver al mejor Ivan Buva?
-Es espero. Quiero mejorar, dar los siguientes pasos aquí, si es que el club está contento y quiere que siga. Siempre que la salud me respete, que es lo más importante, me gustaría ser uno de los jugadores importantes en este equipo. Es mi deseo, pero vamos a ver qué ocurre.
¿Cómo es su relación con los compañeros? A veces, se les ve muy pendientes de usted en la cancha.
-Sí, sobre todo Álex y Axel siempre me están empujando para que pueda dar lo mejor de mí mismo. Ellos tienen mucha experiencia y saben que eso es bueno para todos, no solo para mí. No permiten que me relaje, tampoco el entrenador. Siempre están: “Vamos Buva, vamos”. Pero lo acepto porque así debe ser.
¿Es en defensa en lo que más le insisten para mejorar?
-Sí, porque es algo a lo que no estoy acostumbrado. En Italia mi entrenador no ponía mucho énfasis en ello, no me pedía que fuera agresivo. En el Bilbao Basket es al revés. Aquí tengo que ser muy agresivo en el pick and roll, en los traps... Al principio me costaba porque tampoco estaba al 100%, pero creo que voy mejorando. Si consigo jugar una buena defensa todo será más sencillo. Es algo muy importante en nuestro sistema que el cinco defienda bien en las distintas situaciones para evitar tiros cómodos.
Al final, sus estadísticas están siendo muy similares a las que hizo en Italia. Y en solo medio partido.
-Lo que intento es ser un jugador constante. No anotar un partido veinte puntos y al siguiente dos. Creo que es una manera de ayudar al equipo y de lograr la confianza de todos si eres capaz de producir diez u once puntos en ese tiempo, sin grandes oscilaciones. Es lo que trato de conseguir, aunque cada partido es diferente, claro.
Dice que su experiencia en Bilbao está siendo buena. Nada que ver con aquella del Europeo U20 de 2011.
-Oh, fue hace seis años y no pensé mucho en ello cuando fiché por el Bilbao Basket. Fue una de las peores experiencias de mi vida, de esas que quieres olvidar. No funcionó nada. De hecho, de aquel equipo solo Luka Babic y yo estamos jugando a un alto nivel. Algunos chicos, incluso, han dejado el baloncesto.
¿Y qué pasa en Croacia que, con tantos buenos jóvenes, no acaban de cuajar en la selección absoluta?
-Hay mucho potencial, es verdad, pero la política deportiva y la mentalidad de muchos clubes no permiten que los jóvenes se desarrollen en el alto nivel. Solo les importan los resultados. En mi caso, tuve que salir al Siroki de Bosnia y lo pasé mal al principio, pero luego en la Liga Adriática demostré que podía jugar a un alto nivel y eso me llevó a Italia. Pude escapar de esa mentalidad y crecer como jugador. Quizás necesitaríamos en Croacia un equipo como el Mega Leks en el que los jóvenes juegan. Bogdanovic, que ahora destaca en la NBA, tuvo que salir de la Cibona, se vino al Real Madrid y luego volvió. Otros como Saric, Zizic y Zubac sí pudieron brillar en la Cibona y dominar en la Liga Adriática siendo muy jóvenes, pero eso fue por los problemas económicos del club, que no podía fichar extranjeros y tuvo que darles la oportunidad. Si no, quizás no habrían podido demostrar nada.
Usted tiene experiencia en Euroliga. Jugó un partido con el Cedevita.
-Sí, fue un poco de suerte. Miro Bilan estaba lesionado, Goran Suton se metió en faltas y pude jugar cinco minutos. No le doy importancia.
¿Le gustaría probarse a ese nivel?
-Claro, a quién no. Pero no hay que saltarse pasos ni verlo como objetivo inmediato. Hay que ir año a año y ahora estoy en el Bilbao Basket, uno de los mejores clubes de la ACB, y quiero dar lo mejor ahora que estoy sano.
¿Cree que el Bilbao Basket puede acercarse a ese nivel?
-Sí, ya jugó la Euroliga, ¿no? Luego, el club lo ha pasado mal por los problemas económicos, pero en cuanto estos se resuelvan del todo va a poder fichar mejores jugadores y volver a subir su nivel. Pienso que el Bilbao Basket y yo podemos crecer juntos.
Pero ahora es difícil hacerse un hueco en las competiciones europeas.
-Todo es política y los jugadores son los que más sufren estos enfrentamientos. Vine a Bilbao para jugar la Eurocup, que me parece más fuerte que la Champions League de la FIBA. Siempre es mejor jugar dos partidos por semana que uno, pero es malo no saber qué competición vas a disputar. Los jugadores queremos oportunidades al mejor nivel posible.