bilbao - No hay mal que cien años dure ni rachas negativas que no se puedan cortar. El Dominion Bilbao Basket logró ayer imponer el peso de su condición de local para volver a ganar tras dos derrotas consecutivas y, probablemente, regresar en esta jornada a las posiciones que llevan al play-off. Se cumplió el guion previsto y sin ningún alarde y sí con mucho oficio y una calidad superior libra por libra los hombres de negro se llevaron un triunfo que ayuda a mantener intactos los objetivos. Lo mejor fue que todos los jugadores se vieron involucrados en la tarea, con mayor o menor fortuna, pero sin que el nivel bajara tanto que un rival tan obligado como el Retabet.es GBC pudiera suponer una amenaza clara.

Había cierto recelo ante la puesta en escena que podía ofrecer el conjunto donostiarra, pero lo cierto es que toda la primera parte discurrió por las cauces de la poca intensidad defensiva, lo que deparó un duelo casi de guante blanco. En el primer cuarto, solo se había registrado una pérdida de balón entre los dos equipos y el marcador crecía de forma impensable para lo que suele ser un derbi. Dairis Bertans tomó el mando de las operaciones en el Bilbao Basket con una demoledora racha de esas de las suuyas: catorce puntos en ocho minutos antes de que Sito Alonso le diera un respiro. Con la entrada en ese momento de Alex Ruoff, el técnico del equipo bilbaino ya había cambiado a todo su quinteto. El Retabet.es hacía demasiadas concesiones, atendiendo a su posición de colista y candidato al descenso, y solo los diez tiros libres concedidos por la defensa local le permitieron engordar su marcador.

El Bilbao Basket jugaba fácil y con una canasta de Mirza Begic al inicio del segundo cuarto se escapó a un 32-22. Justo ahí, la generosidad cambió de bando. Tres defensas contemplativas de los hombres de negro provocaron tres triples consecutivos de los donostiarras que con otra canasta de Landry completaron un parcial de 0-11 que devolvió a los de Porfirio Fisac al partido. Apareció también en escena Tautvydas Slezas para cerrar la rotación interior y generar mayor desgaste y el rebote empezó a asomar como la gran debilidad de los visitantes. Once atrapó el Bilbao Basket en la canasta ajena lo que elevó su cuenta de lanzamientos en la primera parte a 42, una barbaridad en estos tiempos. Así, la ventaja de ocho puntos al descanso parecía hasta corta.

segunda ruptura Pero la realidad es que los vizcainos estaban jugando con suficiencia ante un rival al que le costaba horrores generar ventajas en ataque y que alargaba sus ataques más de lo aconsejable cuando de lo se trataba, quizás, era de acelerar el ritmo de un partido que se le iba. Un triple de Raúl López puso al Bilbao Basket 16 puntos por encima (62-46) en un derbi que parecía entrar en fase de somnolencia. Pero, de nuevo, el equipo de Sito Alonso volvió a enredarse en ataque, con selecciones dudosas, y el Retabet.es GBC, con algunas canastas difíciles al límite de la posesión, se anotó otro parcial de 2-12 en cuatro minutos que le hizo llegar vivo al último cuarto.

De todas formas, en esta sucesión de altos y bajos, el conjunto guipuzcoano nunca fue capaz de imponer todo eso a lo que su técnico había apelado en la previa. Solo Txemi Urtasun y Pedro Llompart trataron de tirar, con escasa fe, de un grupo que ha perdido esa referencia constante, dentro de la zona y en el aspecto anímico, que ha sido todas estas temporadas pasadas David Doblas. Alrededor del pívot cántabro, pululan ahora jugadores de perfil bajo, tendentes al individualismo y sin amenaza desde el perímetro, que tendrán difícil sacar al Retabet.es de donde está.

El Bilbao Basket, por contra, sin estar brillante repartió el balón por todo el ataque y no necesitó otra racha de Bertans porque Mumbrú, Hervelle y Bogris también se fueron por encima de la decena de puntos sin tener que asumir un desgaste excesivo. El belga superó en la comparación del cuatro abierto a Wear al asumir con acierto tiros importantes y el capitán igualó su duelo con Marcus Landry, fichado como un jugador que debe marcar diferencias, pero que parece tan entregado como los demás en las filas donostiarras. Desde luego, los aficionados al deporte de Gipuzkoa no vivieron ayer una buena tarde.

Todo lo contrario que los bilbainos, que apenas sufrieron para ver la duodécima victoria de su equipo. El juego del Bilbao Basket también intentó integrar a Mirza Begic que, si bien demostró que aún está con poco toque y ritmo, fue decisivo en defensa con cinco tapones, algunos tiros más desviados y seis rebotes en apenas quince minutos. También regresó una buena versión de Raúl López, jaleado por el público y que acumuló cinco asistencias para dar fluidez a sus compañeros cuando Hannah amagó con atascarse.

Se esperaba que el Dominion Bilbao Basket pusiera el adecuado colofón a la fiesta del baloncesto vizcaino y no falló. Fue uno de esos días en que el peso de la lógica se impone. Los hombres de negro durmieron de nuevo ayer entre los ocho primeros mientras mucha gente se preguntaba si habrá más derbis ante el Gipuzkoa Basket en la ACB.