Real Madrid99

Barcelona78

REAL MADRID: Llull (21), Rudy (15), Carroll (4), Ayón (8), Mejri (0) -cinco inicial-, Maciulis (0), Campazzo (3), Reyes (7), Bourousis (17), Rodríguez (6), Nocioni (7), Rivers (11).

BARCELONA: Satoransky (5), Oleson (8), Abrines (8), Doellman (4), Tomic (17) -cinco inicial-, Huertas (8), Navarro (7), Pleiss (4), Nachbar (0), Lampe (8), Thomas (9).

Parciales: 29-14, 49-39 (descanso), 73-61 y 99-78.

Árbitros: Pérez Pizarro, Pérez Pérez y García González. Sin eliminados.

Incidencias: 7.862 espectadores en el Buesa Arena de Gasteiz.

bilbao - El Real Madrid comenzó la temporada como las dos anteriores, alzando el título de la Supercopa. Lo hizo, además, con una contundente victoria ante el Barcelona que sirve para que los blancos aparten las dudas que se han generado durante el verano sobre su estilo de juego y sobre su entrenador, como si ambos estuvieran a prueba a estas alturas. Los de Pablo Laso se fueron a 99 puntos, con un excelso 56% en triples (13 de 22), y el técnico gasteiztarra sumó su sexto título en diez finales disputadas desde que llegó al banquillo madridista.

La final se empezó a decantar en el primer cuarto gracias a un parcial de 29-15 que tuvo a Sergio Llull como gran protagonista, con 15 de los primeros 22 puntos de su equipo. Ese gran arranque del balear, MVP del torneo, arrastró al Real Madrid, que salió con un quinteto en el que Ayón y Mejri elevaron el listón físico y de intimidación. Tomic, al menos, pudo con el tunecino, pero el mexicano empequeñeció a Doellman y el Barcelona se vio superado por el alto ritmo de anotación de su rival.

La aparición de DeShaun Thomas permitió a los culés reducir las diferencias hasta los cuatro puntos (40-36) poco antes del descanso. Se pensaba que arrancaba un partido nuevo, dentro de la igualdad esperada, pero la efectividad del Real Madrid desde los 6,75 metros no permitió al Barcelona tener opciones en ningún momento.

letal bourousis Los blancos volvieron a estirar su ventaja en el inicio del tercer cuarto y el griego Bourousis se convirtió en otro elemento desequilibrante con sus triples (3 de 4), un arma que Laso puede explotar esta campaña ante la ausencia de Mirotic. A la hora de la sentencia surgió KC Rivers, casi inédito hasta entonces, que con sus acciones individuales logró canastas vitales para alejar definitivamente a los azulgranas.

Después de la exhibición ante el Laboral Kutxa del día anterior, Xavi Pascual no encontró argumentos para revertir la situación y eso que su equipo lanzó aún más triples. Como tantas otras veces, la falta de acierto condenó al Barcelona, en el que Satoransky y Doellman descubrieron lo que supone el fragor de batallas de la máxima exigencia. El primer título de la temporada reconforta al que lo consigue, pero en este caso da la impresión de que el Real Madrid jugó la final con cierto espíritu reivindicativo, como queriendo decir que su mal final de la temporada pasada solo fue un mal sueño y que no renuncia a su estilo.