Dominio abrumador e inesperado

bilbao. Denver Broncos se presentaba a la final de la Super Bowl XLVIII con el mejor ataque de la Liga y con el jugador más valioso de la temporada regular, Peyton Manning. Seattle Seahawks, por su parte, presentaba la mejor defensa de la Liga, además de ser el equipo más penalizado con faltas. El partido prometía ser de cortas diferencias.

Sin embargo, no habían transcurrido más que 12 segundos del partido cuando este tomaba mal cariz para el equipo de Colorado. El central del ataque de Denver realiza el snap y pilla a su quarterback, Peyton Manning, dando instrucciones a la línea (dicho en román paladín, lo pilla en la inopia). Se produce un safety que da 2 puntos y la posesión del balón a Seattle.

Las apuestas iban a favor de Denver, pero la historia anunciaba que de las cuatro veces que habían disputado una final de la Super Bowl la mejor defensa y el mejor ataque de la Liga siempre se había impuesto aquella, excepción hecha de la Super Bowl que ganó San Francisco, precisamente, a Denver.

Lo que mal empieza mal acaba, reza un antiguo proverbio, y esto es precisamente lo que aconteció a Denver Broncos, que únicamente alcanzó 8 puntos, mediante un touchdown convertido de 2. Ni en sus peores pesadillas podían haber imaginado el equipo técnico, los jugadores y la afición de Denver que su explosivo ataque conseguiría tan paupérrima anotación.

Dicha anotación, sin embargo, no fue demérito del ataque de Denver Broncos, sino mérito inestimable de la defensa de Seattle Seahawks, que provocó cuatro pérdidas de balón al ataque de Peyton Manning. De hecho, el trofeo al jugador más valioso del partido se otorgó a Malcolm Smith, defensa del equipo de la Ciudad Esmeralda. Precisamente, fue este jugador quien interceptó un pase de Peyton Manning que venía mordido por un toque de la defensa de Seattle, y lo llevó hasta la zona de marca.

Dicho de otra manera, ni en sus mejores sueños podían imaginar el equipo técnico, los jugadores y los seguidores de Seattle Seahawks que su equipo ganaría 43-8 a Denver Broncos.

Las decisiones de Carroll Ninguno de los jugadores de Seattle Seahawks tenía experiencia en una Super Bowl; dicho sea de paso, era el único equipo de la Liga que se encontraba en esta situación. No obstante, cuenta con Pete Carroll como entrenador principal desde 2010, y este junto con su equipo ha sido capaz de moldear un bloque compensado, trabajador, infatigable, rocoso e inexpugnable. Una vez paralizado el ataque de Denver, Pete Carroll supo plantear un ataque a John Fox, el entrenador de Denver, que este fue incapaz de contener.

Mención expresa merece Pete Carroll, puesto que con la victoria de ayer se convierte en el tercer entrenador que ha ganado el título universitario y la Super Bowl. También hay que destacar a Russell Wilson, el quarterback, jugador de segundo año, que a sus 25 abriles se ha convertido en el tercer jugador más joven en alcanzar la Super Bowl. Es un auténtico espectáculo verle en acción. Le es indiferente que le entren los defensas contrarios por todos los lados, que él se escurre como una anguila y avanza, tanto corriendo como pasando, y creando un auténtico desconcierto, cuando no desesperación, en la defensa contraria.

Quisiera recordar en este momento de gloria para la franquicia del estado de Washington que Russell Wilson juega como titular desde la temporada pasada, debido a una valiente decisión de Pete Carroll, quien optó por dejar marchar a Matt Flynn, apostando nítidamente por el joven quarterback natural de Ohio, que se considera virginiano, fichado de la Universidad de Wisconsin. En cada etapa de su carrera era puesta en solfa su calidad. De hecho, cuando salió elegido en el draft de 2012, lo hizo en la tercera ronda como opción 75ª. La decisión de Pete Carroll fue toda una demostración de conocimiento y de determinación.

La defensa de Seattle únicamente permitió una anotación a Denver? cuando habían transcurrido tres cuartos del partido. Esta defensa, además de aguerrida, es sumamente ágil e inteligente. La labor del strong safety Kam Chancelor, con una intercepción, la labor del cornerback izquierdo Richard Sherman, por mencionar a los más destacados junto con Malcolm Smith, fueron claves a la hora de anular el ataque de Denver Broncos. Este ataque vio mermada su producción a 306 yardas totales en todo el partido, una cifra que se aleja considerablemente de la media de 435 de la temporada regular.

La Bestia Si la defensa jugó un partido magnífico, no podemos olvidar al ataque de Seattle. La línea protegió perfectamente al quarterback durante todo el partido; los receptores Doug Baldwin, Jermaine Kearse, Golden Tate y Percy Harvin constituyeron una auténtica pesadilla para la zaga de Denver? y, por fin, La Bestia, sobrenombre con el que se conoce a Marsahwn Lynch, un corredor que huye de las cámaras con tanta rapidez como contundencia muestra a la hora de doblegar a las defensas contrarias.

En definitiva, un excelente conjunto, comandado por Paul Allen, propietario del club, el cual ha permitido a su proyecto trabajar de la mejor forma posible para que un equipo profesional de su ciudad natal consiga un título de una de las cuatro grandes ligas desde 1979, año en que lo consiguió Seattle Supersonics, cuando se hizo con el título de la NBA. Zorionak, Seattle!