bilbao. Con una zurda demoledora, el camino de Danel Elezkano, al que le gusta trabajar para alcanzar la perfección, dentro del mano a mano hasta debutar en profesionales había sido prolífica, ganando el Cafés Baqué con brillantez y peleando contra pelotaris mayores. Briznas de recuerdos que quedan en la retina una vez destrozadas las bonitas palabras a base de hechos, de pelotazos. En Segunda, sin apenas sumar un curso de profesional, comenzó desde muy atrás arrasando frente a Mikel Larunbe en un envite "más complicado de lo que pareció en el marcador" (22-4); después llegó Jorge Rico desde la mismísima final del Parejas de Segunda. Un duro corte en octavos de final, porque el riojano lo tiene todo para asustar en su categoría: poder, inteligencia y brío. "Ha sido el partido en el que mejor me he encontrado de todos", relata el delantero zaratamoztarra. Cayó el de Cenicero en Orduña en un gran partido del vizcaino. 16-22 frente a un rival complicadísimo. En Arrigorriaga, ante su gente, se enfrascó una semana después en un partido maratoniano, largo y peloteado que estuvo a punto de dejarle en la cuneta. Ganó a Mikel Olazabal in extremis tras una voltereta espectacular para colarse en semifinales, donde le espera hoy Aitor Mendizabal. "Cuando empecé me encontraba bien y es una distancia que siempre me ha gustado. Estoy contento por llegar a semifinales", desgrana el delantero. De abajo hasta arriba. Una autopista hacia el cielo.

Sin embargo, tuvo daños colaterales la batalla de Arrigorriaga ante el puntillero de Areso. La izquierda de Elezkano quedó tocada, acabó sin problemas, pero cuando fue a entrenar notó problemas. "He tenido un poco de mala suerte", manifiesta el de Zaratamo, quien apostilla que "no he podido preparar la semifinal tal y como yo hubiera preferido". La arena del reloj, el agua de la clepsidra, abotonaba los días en los que Danel recurría a masajes para detener el dolor y retomar el pulso de su mejor arma, la izquierda. Días de calma chicha. Pidió aplazamiento, fue concedido y las horas se echaban encima. Probó el miércoles. "Ya me sentía bien y día a día que he ido haciendo manos me ha respondido cada vez mejor. Si me voy a vestir de blanco lo voy a hacer con todas las consecuencias. Si no estuviera bien, no saldría a jugar", afirma Danel.

Elezkano posee una zurda que es clave en su juego: volea de maravilla, con potencia, acaba y le da mucha velocidad. Goza mucho con ella. Lo demostró en sus anteriores contiendas, alargando la pelota y madurando los tantos hasta tener oportunidad de acabar. Es su receta. "Cada partido es un mundo y no se sabe por dónde puede ir esta semifinal . Empecé desde abajo, no me esperaba llegar tan lejos y lo de la mano quizás ha sido un contratiempo", concreta el vizcaino. Le espera Mendizabal III, otro zurdo -Danel es diestro pero se desenvuelve a la perfección con la izquierda-. El delantero de Antzuola es peleón, da velocidad y ritmo al partido y aunque no es un pelotari largo sabe usar muy bien todas sus armas; además, sabe cómo acabar el tanto. "Ha hecho un gran campeonato y es un rival muy duro. Yo no voy a salirme del guion, maduraré el tanto y cuando tenga pelota, voy a intentar terminar. Tampoco puedo hacer muy duro el partido porque no sé cómo me va a responder la mano", confirma Danel. Sin embargo, aunque Olazabal también es habilidoso, Aitor tiene ese punto de delantero clarividente, así que tendrá que tomar riesgos. "Tendré que arriesgar más, porque contra Olazabal no lo hice, aunque considero que jugué un buen partido", declara.

jugar en casa Siendo Elezkano II de Zaratamo, jugar en Arrigorriaga será como hacerlo en casa. "Se va a acercar gente y será bonito volver a disputar otra eliminatoria del mano a mano en Arrigorriaga. Es un frontón noble y bonito para jugar, aunque quizás es un poco grande. Yo me encuentro muy a gusto", desvela Danel.