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P OCAS veces un duelo entre dos campeones del Manomanista tiene un sabor tan soso, tan aguado. El Labrit acoge hoy (18.00 horas, Telecinco y ETB-Sat) un partido en el que deberían saltar chispas, tanto por la calidad de los pelotaris como por ser una jornada en la que se debería decidir quiénes acceden a las semifinales. Pero si el público del Labrit despega hoy sus traseros de los asientos será por el afán competitivo de los implicados, por las ganas de divertirse que tengan Juan Martínez de Irujo y Oinatz Bengoetxea. El primero llega clasificado, con los deberes hechos, mientras que Oinatz, escoltado por Otxandorena, sólo ha conseguido una victoria y no tiene ninguna opción de clasificarse.

Si sorprende ver a todo el elenco de Asegarce en la parte baja de la clasificación, duele más ver a Bengoetxea como colista. Desde que fuera campeón del Manomanista en 2008, Oinatz no ha conseguido volver a su mejor versión. Una lesión en su mano izquierda le ha impedido ser una alternativa a la dictadura impuesta por Irujo y Aimar Olaizola. En la cancha y en su entorno más íntimo siempre recibe los consejos y cuidados de su primo Asier García, quien no se siente sorprendido por las bajas prestaciones de sus pupilo: "El campeonato está siendo justo con lo que se ha jugado, al menos con Oinatz y Otxandorena".

El Parejas empezó bien para Oinatz y Rubén Beloki, quienes vencieron a Xala y Zubieta con solvencia. Pero a partir de ahí las cosas fueron de mal en peor. "La pareja se descompensó con la lesión de Beloki, a pesar de que Otxandorena está rindiendo una barbaridad", explica Asier García, "pero, aunque la rama de Aspe es muy fuerte, el mayor problema es que este Campeonato ha pillado a Oinatz a pie cambiado". El botillero destaca que Oinatz está totalmente recuperado de su lesión en la mano izquierda a nivel físico, pero "le costó mucho coger la confianza necesaria para recuperar el nivel de antes. Al Cuatro y Medio llegó bien, teniendo en cuenta el poco tiempo que tuvimos para prepararlo después de la lesión, pero se le notaba que todavía metía la mano con miedo y eso hace que el gancho no acertase y estuviese casi entregando pelota. Yo creo que, psicológicamente, le está costando superar la lesión". Parece que ese lastre psicológico todavía le ha pasado factura en el Parejas: "Comienzas a hacer partidos malos, coges un poco de miedo y juegas, además, bastantes partidos siendo dominado, con lo que no coges pelotas para tener confianza ofensivamente. Lo sumas todo y al final te afecta".

el manomanista

Reinventando un campeón

Tras hacerse con el Manomanista Oinatz Bengoetxea supo lo que es sentir la presión de ser el campeón: "Los dos o tres primeros meses lo pasó mal. Lo hablamos y sabíamos que podía pasar. Pero desde el último Manomanista lo ha enfocado de otra manera y es algo que lo tiene asumido. Él es el primero en apretarse porque se quiere ver bien".

Asier García tiene dudas de cómo llegará Oinatz al próximo Manomanista. Sabe que estará en perfectas condiciones físicas, pero avisa de que "si no juegas bien en el Parejas es difícil estar bien en el mano a mano". La gran baza que tiene a su favor el pelotari de Lei-tza es que "moralmente es impresionante". Su botillero sabe que sólo necesita "acertar un poquito en la cancha rematando y disfrutar jugando". Para volver a ser campeón deberá encontrar en la diversión la brújula más fiable.