A punto de cumplir una década de vida, Morgan, grupo liderado por la voz arrebatadora de Carolina de Juan, alias Nina, y con el batería Ekain Elortza en su formación, publica su tercer disco de estudio, The river and the stone(North Records). Grabado en Las Landas y a la búsqueda de nuevas sonoridades y texturas, esta banda enamorada del sonido clásico del rock y de la música negra estadounidense de los 60 y 70, lo presentará el 28 de noviembre en el Arriaga antes de recalar el 23 diciembre en el Victoria Eugenia donostiarra y de embarcarse, en la primavera de 2022, en una gira junto a Fito y Fitipaldis.

Morgan es una banda afincada en Madrid que nació en 2012 cuando Nina (voz y piano), que estaba a punto de ir a buscarse la vida al extranjero, se juntó con el guitarrista Paco López y el batería vizcaino Ekain Elortza, conocido en otras aventuras musicales pop-rock como Sei Urte y Dinero. A punto de soplar las velas de su décimo aniversario, completa la banda el teclista David Schulthess tras la reciente marcha de su bajista, Alejandro Ovejero.

La de Morgan, como la de miles de bandas que se quedan por el camino, es una historia curtida en las bajeras donde se ensaya con más pasión que pretensiones profesionales, así como en bares y garitos. Allí empezaron a darse a conocer gracias a su debut, North que inicialmente pasó sin pena ni gloria pero que, gracias al boca a boca y a la colaboración de Nina con Quique González en la canción Charo, tuvieron que reeditar un año después. Ya con un centenar de conciertos a sus espaldas y sin demasiados descanso les llegó la confirmación con Air, un segundo álbum que les colocó en lo alto de la música estatal a partir de 2018.

confinamiento doble

Tras un directo grabado en el Circo Price como colofón de una gira a la que sumaron 200 conciertos y solo disponible en formato digital, este pasado fin de semana han publicado su tercer álbum de estudio, The river and the stone, fruto de un confinamiento artístico en la sierra madrileña donde se reunieron el año pasado para componer y vivir juntos. El resultado son sus diez nuevas canciones, que tuvieron que elegir entre un repertorio de casi 30.

El disco es el resultado de su aprendizaje, sus ansias de crecimiento, la buena digestión de las experiencias vividas y de un trabajo con calma cuyo fin es responder a las expectativas creadas por un público que sigue creciendo con los años. En esta ocasión han querido "probar cosas nuevas" y cambiar de productor. El uruguayo Campi Campón, cuyo excelso trabajo se puede rastrear en los discos de Jorge Drexler y Vetusta Morla, ha sustituido al habitual Jose Nortes en unas sesiones que tuvieron lugar en Le Manoir, en Las Landas, un estudio-residencia donde vivieron otro satisfactorio confinamiento artístico.

Espoleados por la libertad que les brinda su fiel audiencia, probaron, exploraron y trataron de innovar en ambientes y texturas dentro, eso sí, de sus claras influencias. The river and the stone es un disco continuista estilísticamente, ya que mantiene esa equilibrada alternancia de baladas y tempos eléctricos; los guiños al rock setentero y sureño, apreciables en Paranoid fall, lo más eléctrico y rabioso que el cuarteto haya grabado nunca; su concesión puntual al castellano en Un recuerdo y su rey; el guiño a la psicodelia de Late; y su pasión por la música negra, del funk de WDYTYA al soul de A kind of love y el gospel de River.

Sin olvidar el cuelgue de Morgan con Pink Floyd, que se aprecia especialmente en Alone, canción que excede de los siete minutos y se muestra como "una declaración de principios" de la libertad de la banda y de su método de trabajo, en el que todos colaboran después de que Nina y Paco lleven "las semillas" de la canciones, como se hacía a finales de los 60 y durante los 70. Al viejo estilo, tocando juntos, trasladando el espíritu de las jam sessions a este siglo. Ajenos al tiempo y a las reglas del mercado, dejándose llevar por la emoción y la honestidad.

solos y con fito

Lo nuevo de Morgan, que introduce como novedad la ausencia de cuerdas y metales, se podrá escuchar en vivo en pocas semanas. No habrá que esperar mucho en Euskadi, que ya cuenta con dos fechas confirmadas: el 28 de noviembre en el Arriaga y el 23 diciembre en el Victoria Eugenia. El grupo vive con nervios la cercanía de una gira por teatros que les devolverá a unos escenarios a los que no se suben desde febrero de 2020. Y con la llegada de la primavera serán los acompañantes de la gira Cada vez cadáver, con la que regresarán a plazas vascas y, en este caso, "la fiesta" será ante unas audiencias mayoritarias que podrán ampliar su popularidad actual.