A ermita de Santa Marina es un balcón inmejorable para vigilar Urduliz. Desde su ubicación se divisa el mar y la carretera que, desde Sopela, atraviesa el pueblo para perderse en dirección a Gatika. Por eso no es de extrañar que en la Guerra Civil se utilizase esta atalaya como un emplazamiento estratégico para construir torretas y búnkeres del Cinturón de Hierro. Precisamente son esas instalaciones las que la asociación arqueológica Edestiaurre ha estado desenterrando y analizando en los últimos años por encargo del Instituto Gogora y del Ayuntamiento de Urduliz con el apoyo de Koldo Zuazo. El pasado diciembre, en los trabajos dirigidos por Sergio Salazar, Iñaki Libano y Sergio Vega, al acceder a un nido de ametralladora que queda en la parte trasera de la ermita, los arqueólogos se percataron de una inscripción tallada en una piedra del propio edificio que hasta ahora había pasado inadvertida. El hallazgo, totalmente casual, supone ahora un enigma, puesto que está escrito en un alfabeto desconocido y, seguramente, en algún momento anterior a la existencia de la propia ermita urduliztarra.

Iñaki Libano, presidente de Edestiaurre, relata a DEIA que, "tras observarla detenidamente y encontrarla muy interesante", realizaron una fotogrametría, una técnica que consiste en fundir diferentes fotografías por medio de un programa informático y reproducir en tres dimensiones un modelo detallado de los relieves.

La inscripción se encuentra en un sillar de la puerta trasera de la ermita que originariamente no estaba en el sitio en el que actualmente está. "Está claro que es una reutilización de un sillar que cogieron de otro lado", dice Libano, "no sabemos hasta qué punto pudo ser un sillar o una estela. Ahora es medio rectangular, pero ha podido ser trabajada para encajarla".

Es posible que alguna otra piedra reutilizada en la misma estructura tenga más inscripciones y no estén a la vista. "Los muros son sillares que han sido reutilizados", confirma Iñaki Libano, "hay un montón de reconstrucciones que utilizan las piedras que tienen allí mismo o muy cerca. Son sillares que ya están trabajados y los ponen allí. Puede ser que en las caras interiores queden cosas grabadas".

Muchas ermitas e iglesias suelen tener una piedra fundacional en la que consta el año en la que se construyó y quién había financiado la obra. El presidente de Edestiaurre confiesa que "pensó que podría ser algo así e intentaba ver alguna fecha en el grabado, ya que eso era muy habitual en la Edad Media, sobre todo en el románico". Pero la inscripción no tiene números, al menos aparentemente.

¿Y qué es entonces esa inscripción? "Es un texto que no llegamos a comprender, porque en Edestiaurre no somos expertos en paleografía", responde Libano, "es un texto muy antiguo y no tiene ninguna referencia a ningún alfabeto que conozcamos actualmente". Se trata de signos, como pueden ser los de un texto ibérico. "Pero el ibérico sí se puede traducir hoy en día", apunta el máximo responsable de Edestiaurre, "un paleógrafo nos podría decir la adscripción temporal que podría tener ese texto".

desconcierto

La primera reacción del equipo fue dar parte a la Diputación Foral de Bizkaia (DFB), por lo que Alberto Santana, técnico de Patrimonio de la DFB, e Iñaki García Camino, el director del Museo Arqueológico, acudieron a verla en persona. Tras el desconcierto inicial coincidieron en que la inscripción es anterior a la fecha de construcción de la ermita, en el Siglo XV. Pero a partir de ahí podría remontarse hasta antes incluso que los romanos. Poder anclar la inscripción en un tiempo concreto en esa horquilla tan extensa es complicado. "El olfato nos dice que es anterior al Siglo XV, seguro", sentencia Iñaki Libano, "pero no podemos datar algo que no conocemos. ¿Es ibérico? ¿Anterior a los romanos? Puede ser, pero eso lo tiene que situar un experto en la materia, un paleógrafo".

En Edestiaurre, tras descubrir esta inscripción, se están cuestionando el origen de la ermita de Santa Marina. Está encajada en la roca arenisca y en su interior cuenta con una escalera rupestre que va a dar a la puerta trasera en la que está la piedra de la inscripción. "En el Siglo XV no se ponía un labrador a hacer esa escalera en la roca, ni mucho menos", argumenta Iñaki Libano, "te hacían una escalera de madera y a correr. Lo que sí se hizo en el Siglo XV es la pared principal. Es todo sillería y mampostería. Lo rupestre huele a anterior, a que algo había allí. ¿Por qué se hizo allí la ermita?".

Los investigadores de Edestiaurre sostienen que, en el espacio que ahora ocupa el búnker, había algo que ahora no existe y que tenía relación con la ermita. "¿Por qué tiene la ermita esa puerta trasera? ¿Por qué esas escaleras en el interior?", pregunta Libano, "quizás era una zona a la que iban los eremitas y hacían allí sus historias litúrgicas".

Los eremitas eran ermitaños que se retiraban a cuevas y lugares apartados para dedicarse a la oración. "Está claro que, si quitas la estructura del Siglo XV, aquello es un eremitorio", asegura el arqueólogo, "¿y cuál fue la época de los eremitorios? Pues la anterior al románico. Desde el Siglo VIII hasta el XII. En el Siglo XV ya no hay eremitas, porque se metían en los monasterios". Además, la comparación arquitectónica de este enclave con otros eremitorios, según Iñaki Libano, es "clavada": "Ese tipo de eremitorio con escalera rupestre, con altares, en sitios apartados del pueblo€ Son de eremitas que querían estar solos para recogerse, rezar y tallar. Eso se da en cientos de sitios".

Entre la pared trasera de la ermita y la estructura del Cinturón de Hierro hay un pasillo de tierra que podría ofrecer respuestas sobre lo que allí hubo o sobre el origen de la inscripción. Los miembros de Edestiaurre están deseando acometer esa excavación y cruzan los dedos para que el Ayuntamiento de Urduliz o la DFB protejan la piedra de la inscripción para no sufrir vandalismo, tal y como ha pasado con los elementos del Cinturón de Hierro en los últimos años. Sería una pena perder el mensaje que alguien dejó allí hace siglos.

"Es un texto muy antiguo y que no tiene referencia a ningún alfabeto que conozcamos"

"Puede ser anterior a los romanos, pero eso lo tiene que decir un paleógrafo experto"

Presidente de Edestiaurre