los seguidores de Neil Young han considerado Homegrown (Warner. Reprise) como su "disco perdido" y "maldito"Homegrown. El veterano músico acaba de rescatar de un cajón este álbum inédito 46 años después de su grabación. Considerado como "el reverso oscuro" de su exitoso Harvest e igualmente acústico y de aires country-folk, fue dejado de lado por Young porque su temática se centraba en la separación de su primera esposa. "Era demasiado personal", ha reconocido.

El canadiense-estadounidense estaba en el cénit de su carrera comercial tras grabar Harvest, un álbum plácido y melancólico del que vendió millones de copias gracias a clásicos como A man needs a maid, Heart of gold, Old man o The needle and the damage done. Además, a pesar de su adicción a la heroína, su vida personal estaba marcada por la estabilidad de su primer matrimonio con la actriz Carrie Snodgress, de cuya unión nació su primer hijo, Zeke.

Young tenía previsto publicar Homegrow, después de On the beach, un álbum que no tuvo éxito aunque sí cierto reconocimiento artístico pasado el tiempo. A pesar de ello, quedó aparcado, en un cajón, y el músico optó por editar antes Tonight's the night, una de sus cumbres artísticas aunque, eso sí, un álbum de tono sombrío, lóbrego, nocturno, crudo y hasta desesperado marcado por las muertes de uno de sus roadies y, especialmente, de Danny Whitten, miembro de su banda, Crazy Horse.

Al parecer, fue Rick Danko, miembro de The Band, quien sugirió a Young que lo editara antes que Homegrown Y ahí se ha quedado durante 46 años aunque algunas de sus canciones fueron apareciendo en discos posteriores. ¿Por qué lo hizo? Principalmente, porque Young, para quien "cada disco es una biografía inacabada", Homegrown le tocaba de manera muy directa. "Era el disco que la gente esperaba de mí, pero era un álbum muy bajo de moral, el reverso oscuro de Harvest, ya que muchas canciones tenían que ver con la separación de mi mujer", explicó a New Musical Express.

Miedo

"Era un disco demasiado personal. Me asustaba", confesó sobre Homegrown, quien, curiosamente, vivió a mediados de los 70 un periodo de creatividad compulsiva. "A más problemas, más canciones", explicó a la revista Rolling Stone. Y ahora, casi medio siglo después, acaba de dar su visto bueno a la publicación de ese "álbum perdido" que incluye una docena de temas y que ya no provoca en él el impacto emocional de los 70.

Grabado entre mediados de 1974 y el inicio de 1975, nos enfrenta a canciones cortas, de sonoridad plácida y melancólica, y grabadas en estudios de Nashville, Los Ángeles, Londres y el propio construido por el músico en su rancho Broken Arrow. Su repertorio suena sincero y honesto, repleto de melodías dulces y prístinas, y enmarcado en una sonoridad mayormente acústica.

Disponible en formatos digital, compacto y vinilo, Homegrown se muestra transparente, musical y filosóficamente, desde su arranque con Separate ways. Avanza el tono acústico general con una balada con armónica y los arreglos country aportados por la pedal steel guitar de Ben Keith. Cuenta en ella con el miembro de The Band Levon Helm a la batería, y en ella Young canta que "el amor hace que el mundo gire" aunque "vamos por caminos separados buscando mejores días y compartiendo a nuestro hijo".

Y aunque hay piezas en las que se sueña con reintentar reconducir la relación, con en Try, en la que Emmylou Harris pone voz a los coros, o en Little wing, en la que pide "no te vayas volando", es consciente de la finalización de su matrimonio cuando en Mexico, en la que anuncia un viaje al sur con protagonismo único de voz y piano, canta: "El sentimiento se fue/¿por qué es tan difícil aguantar?". Lo mismo sucede en la pieza country Star of Bethlehm, donde Harris secunda la voz del maestro cuando canta "todo lo que tienes es la memoria de la felicidad".

Además de Harris y Helm, otro exmiembro de The Band, Robbie Robertson, colabora en esta joya rescatada repleta de guitarras sentimentales, arenosas armónicas y sentidas baladas de sonido country y folk de tono reposado. La electricidad solo se dispara en la homónima Homegrown y el blues We don't smoke. En Kansas, una pieza de folk desnudo y oscuro, Young canta "me siento como si despertara de una pesadilla". Al parecer, le ha costado 46 años olvidar el mal sueño.