bilbao - El cine vasco ha salido poco premiado en la 34 edición de los Premios Goya, en la que Dolor y gloria de Pedro Almodóvar ha sido la gran triunfadora.

Han sido los Goya más predecibles de la historia. Dolor y gloria, el filme más personal y autobiográfico del cineasta manchego, se alzaba con siete cabezones, entre ellos el de mejor director, mejor película y mejor actor protagonista, para Antonio Banderas. Ni siquiera otro de los titanes del cine español, Alejandro Amenábar, consiguió ninguno de los premios grandes con su última película Mientras dure la guerra. La cinta, que tiene a Miguel de Unamuno como gran protagonista, se tuvo que conformar con cinco Goyas, casi todos técnicos. Karra Elejalde, que encarna al escritor bilbaino, vio cómo Banderas le arrebataba el Goya al mejor actor. Como era previsible, Almodóvar salía de la gala respaldado por los académicos del cine en su carrera hacia los Oscar. Dolor y gloria opta a la estatuilla a la mejor película internacional, que se concederá en Hollywood el 9 de febrero, por lo que la Academia de Cine español parece haber premiado poniendo su mirada en los Oscar.

Una de las películas favoritas de la noche, que partía con 15 nominaciones a los Goya, era La trinchera infinita de las productoras vasca Moriarti e Irusoin, de los que al final solo consiguió dos galardones, el de mejor actriz protagonista para la sevillana Belén Cuesta y sonido para Iñaki Díez, Alazne Ameztoy, Xanti Salvador y Nacho Royo-Villanova.

"Comparados con los diez Goyas que conseguimos en 2018 con Handia, estos dos premios pueden saber a poco, pero la verdad es que nos han hecho mucha ilusión. Estamos contentos y felices por todo el equipo, pero sobre todo por Belén (Cuesta) y también por el equipo de sonido. Se da la paradoja de que todos los compañeros recibieron su Goya en Handia, a excepción del equipo de sonido. Esta vez ha pasado lo contrario, ha habido un poco de justicia poética", comentaba ayer mientras regresaba de Málaga Jon Garaño, que ha dirigido el filme junto con Aitor Arregi y Jose Mari Goenaga. "Hay mucho trabajo detrás y de mucha calidad en el sonido de La trinchera infinita y que los académicos se hayan dado cuenta es importante", destacó Garaño.

Confiesa el cineasta vasco que, a pesar de que Dolor y gloria era la favorito para llevarse los premios principales: "Teníamos ciertas esperanzas. En los Forqué La trinchera fue la película ganadora, en 21 ediciones ha coincidido con los Goya. También nos dieron el premio Días de Cine, por lo que teníamos un cierto optimismo. No dábamos la batalla por perdida hasta que nos enteramos de que la actriz Marisa Paredes iba a entregar el premio. Entonces ya nos dimos cuenta de que no teníamos nada que hacer por lo que supone la actriz en la filmografía del cineasta manchego. Almodóvar es un rival muy duro, la película ha estado en Cannes, va a los Oscar...".

¿Y cómo va la taquilla de La trinchera infinita? "La película va muy bien en los cines; de hecho se ha vuelto a reestrenar en muchos cines a raíz de los Goya. Además en mayo se va a estrenar en Francia", cuenta el cineasta vasco.

otros premios Entre los siete premios que consiguió la película de Almodóvar estaba también el de Mejor Música Original para el donostiarra Alberto Iglesias. Es el undécimo premio que gana el compositor y se ratifica como la persona con más Goyas de la historia.

Los Mejores Efectos Especiales fueron para Mario Campoy e Iñaki Madariaga, por El hoyo, la película del bilbaino Galder Gaztelu-Urrutia, que también optaba por el premio como Mejor Director Novel, que finalmente fue para Belén Funes por La hija de un ladrón.

Otros cineastas vascos nominados que finalmente no lograron el Goya fueron Ainhoa Santamaría, que aspiraba al Goya como Mejor Actriz Secundaria. Como candidato a Mejor Actor Secundario, estaba el actor bilbaino Asier Etxeandia, por Dolor y gloria, que se lo arrebató el actor catalán Eduard Fernández por su papel de Millán Astray en Mientras dure la guerra.

Tampoco tuvieron suerte Elkano, primera vuelta al mundo, que se quedó sin el premio a la Mejor Película de Animación; Gaizka Urrutia por Autorretrato, en la categoría de Mejor Documental ni El Infierno, de Raúl de la Fuente y Amaia Remírez, como Mejor Cortometraje Documental. También Aritz Moreno optaba al premio de mejor director novel por Ventajas de viajar en tren, cinta que contaba con otras dos nominaciones, que tampoco obtuvo.