HACE treinta años que Mercedes de Miguel decidió crear su propia empresa, aunque lleva diseñando desde que era una niña. “Se me daban bien las Ciencias y mi padre quería que me dedicara a ellas, pero desde muy niña lo que me gustaba era hacerles vestidos a mis muñecas. Era vocacional”, comenta esta diseñadora, burgalesa de nacimiento y bilbaina de adopción, que de vestir a sus muñecas pasó a diseñar para mujeres de numerosos países.

Desde la creación de la empresa, junto a sus cuatro hermanas en 1989, ha estado presente en diferentes salones de la moda de Madrid, Barcelona, París y Bilbao, donde también ha presentado sus diseños en un desfile en el Museo Guggenheim. Y su ropa se vende en países como Francia, Italia, Portugal, China, Japón o Emiratos Árabes, entre otros. En 2012 le encargaron también vestir al equipo de un buque insignia del arte a nivel internacional como es el Museo Guggenheim Bilbao.

La Sala Ondare de Bilbao, dependiente del Departamento de Cultura de la Diputación de Bizkaia, presentará en noviembre una exposición con una selección de algunos de sus trabajos más creativos. La muestra se enmarca en la línea de apoyo del Departamento foral a la moda vasca, explica la diputada de Cultura y Euskera, Lorea Bilbao.

Treinta años reinventando Durante tres décadas, Mercedes de Miguel ha contribuido a que la moda vasca tenga también proyección internacional. “Han sido treinta años intensos, de un ritmo vertiginoso, como requiere el negocio de la moda. Es como si la empresa naciera y muriera cada seis meses, con cada temporada. En la actualidad, estamos vendiendo la del verano 2020 y diseñando ya la del invierno 2020-2021”, explica esta diseñadora y empresaria, que siempre ha tenido claro que la creatividad tiene que ir de la mano de una mente gestora y comercial. “No hay que olvidar que la moda es una industria y esa creatividad hay que plasmarla en ventas. No sirve para nada si no vendes el producto”, explica esta mujer emprendedora, que pronto comprendió que tendría que montar su propia empresa. “Cuando se empieza, nadie confía en ti, nadie va a invertir dinero en tu empresa. Es muy difícil salir adelante si no has desarrollado esa otra capacidad de ser tu propia empresaria, como les ha pasado a muchos otros diseñadores”.

Confiesa que su empresa comenzó con buen pie: “Vendimos bastante en la primera colección, con lo cual al segundo año vendimos un poco más. Fueron buenos comienzos, también eran tiempos más fáciles. Los jóvenes diseñadores ahora lo tienen más difícil de lo que lo tuve yo. Lo cual no quiere decir que tengas que luchar, pero entonces al menos había clientes para comprarte, y ahora cada vez hay menos. Con las monomarcas, hay cada vez menos demanda”, se lamenta esta creadora.

¿Cómo se puede definir la ropa de Mercedes de Miguel? “Yo puedo decir por lo que lucho, que en cada temporada pongo todas mis energías; por la calidad, iba a decir por el más es menos, aunque en estos momentos no es así, vamos evolucionando según la demanda de la clienta. Dentro de nuestro estilo hacemos ahora prendas más recargadas. Hemos evolucionado hacia prendas más ricas, más mezcladas, más combinadas, porque hay una tendencia hacia esto. Siempre manteniendo nuestros principios, buenos materiales y el trabajo bien hecho. Y con nuestro sello y nuestra identidad, trabajando mucho los detalles, forros, nos gusta mucho el lujo interno”.

En cada colección, Mercedes de Miguel cuenta pequeñas historias, un momento, una historia... Los diseñadores tenemos una parte artística”, expone. En la Sala Ondare expondrá sus prendas más especiales, “una selección de los treinta años de mi historia. Es un proyecto que me hace mucha ilusión. Después la exposición viajará a Güeñes y luego irá a Burgos. Un broche de oro para conmemorar el trigésimo aniversario”, finaliza.

Memoria e innovación Que la moda es un arte es algo que lo tiene muy claro la diputada Lorea Bilbao. Y como tal, el departamento de la institución foral trabaja para darle visibilidad y proyección a nivel local e internacional. “El objetivo es mostrar el gran talento local que existe en este sector, prestigiando y poniendo en valor la posibilidad de tener acceso a grandes diseñadores”. Entre las iniciativas realizadas se encuentran exposiciones como la celebrada esta primavera en La Encartada, dedicada al diseñador bilbaino Manuel de Gotor, con motivo del trigésimo aniversario de la presentación de su primera colección de lencería masculina. Manuel de Gotor está considerado el mayor exponente de la lencería interior y de baño masculino en el Estado.

O la que dedicó el año pasado la Sala Rekalde a Miriam Ocariz, una de las diseñadoras más vanguardistas del panorama actual de la moda, y que se convirtió en una de las exposiciones más exitosas del centro artístico. O los talleres que se celebraron en el Euskal Museoa con el diseñador de alta costura Javier Barroeta. El prestigioso modisto cuenta en la actualidad con una Escuela de Alta Costura en Bilbao, tras haber trabajado con firmas como Dior o Valentino.

“Uno de los grandes eventos para nosotros es también La Encartada Moda. Para 2020 queremos relanzar este certamen internacional de una manera más sólida y con otra perspectiva, llegar a gente más especializada... El claustro de Euskal Museoa acoge la Fashion Kultur Bilbao, demostrando que el abanico de diseñadores de moda y complementos en Bizkaia es amplio y de gran nivel. Este año han estado creadores de la talla de Alicia Rueda, Eder Aurre y Sophie et Voile y para las próximas ediciones seguiremos manteniendo ese nivel”, explica la diputada de Cultura.

Además, otro de los objetivos del Departamento de la institución foral es poner en valor también la tradición que tiene este territorio en una sala de arte o en un museo en cuanto a la creación textil. “Por ejemplo, los fondos textiles que tiene Euskal Museoa son impresionantes. Tenemos La Encartada Moda, que ha sido la fabrica textil por excelencia... Se trata de recuperar esa memoria histórica poniendo en valor lo que tenemos ahora”, concluye Lorea Bilbao.