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“Contribuí al sonido de 'The Beach Boys' al unir la guitarra surf con la vibración de Chuck Berry”

El músico repasará sus éxitos en una gira que arranca hoy en el Kafe Antzokia a las 20.30 horas

“Contribuí al sonido de 'The Beach Boys' al unir la guitarra surf con la vibración de Chuck Berry”

bilbao - No se afeitaba todavía y ya vendía millones de discos tocando a la guitarra con The Beach Boys clásicos como Surfing USA o Surfer girl. David Marks, conocido como el “Beach Boy perdido”, ya que abandonó la formación para regresar a finales del siglo pasado, protagoniza esta semana una gira vasca que arrancará hoy en el Kafe Antzokia y visitará el viernes el Kutxa Kultur Kluba donostiarra y el sábado la sala Helldorado de Gasteiz. Le respaldarán los estatales The A-Phonics y Fernando Pardo.

Visita Euskadi con su nombre pero todo el mundo le liga a la historia de The Beah Boys. ¿Le cansa o le enorgullece la asociación?

-Por supuesto que me siento orgulloso de ser parte de una banda icónica que ha sido capaz de proyectar su influencia en todo el mundo. Sin embargo, a finales de los años 60 fue muy importante que me contrataran como músico de sesión en base a mi forma de tocar y no en mi conexión con Brian Wilson. Mentiría y habría dicho que no era ese David Marks si alguien me lo hubiera preguntado.

Cuando era niño vivía en Hawthorne, en California, junto al hogar de la familia Wilson. ¿Cómo acabó siendo parte de The Beach Boys?

-Tienes razón, vivía allí y solía estar en la casa familiar de los Wilson todo el día. Cuando tenía 10 años, Carl y yo empezamos a tomar clases de guitarra con John Maus, que después acabó fundando The Walker Brothers. Tocábamos a todas horas e imagino que Brian nos oiría y nos pidió que añadiéramos un apoyo instrumental a sus arreglos vocales. Aquel rock nuestro se encontró, en una especie de vanguardia, con la armonía y creó algo nuevo que enloqueció a la gente.

Estuvo en el grupo en los cuatro primeros discos. ¿Cree que usted y Carl crearon su marca de fábrica, ese sonido especial de las guitarras surf?

-Sí, sin duda. La guitarra surf se encontró con la vibración de Chuck Berry. En ese contribuimos Carl y yo al sonido del grupo.

¿Tiene alguna canción favorita de aquellos años?

-Pues suelen cambiar de un día a otro, pero hoy en día diría que Surfin USA y Surfer girl serían las dos favoritas de aquel periodo de la banda.

¿Qué ocurrió después de aquellos primeros discos? ¿Por qué dejó al grupo en la cumbre?

-Al final, todo se redujo a una cuestión entre mi madre y Murry Wilson (músico, productor y padre de Brian Wilson y sus hermanos). Yo tenía solo 15 años, era totalmente inconsciente del negocio que se movía entre bastidores y lo único que deseaba era escribir mis propias canciones y tocar algo más que la guitarra rítmica. De ahí que me acabara volcando en mi propia banda, The Marksmen. Fichamos por A&M y Warner Brothers.

Su grupo tuvo una vida efímera ligada al rock de garaje, luego tocó con The Moon y acabó colaborando con músicos como Warren Zevon y Leon Russell, pero nunca tuvo el mismo éxito. ¿Le resultó duro habiendo estando en la cima siendo un adolescente?

-Desde luego que resultó decepcionante, pero me lo tomé como un paso grande y hacia delante. Seguí recibiendo dinero de las ventas de las canciones de The Beach Boys, así que pude afrontar experimentar con mi propia música sin preocuparme de si resultaba un éxito comercial o no. Eso es un lujo absoluto.

Acabó regresando al seno del grupo original. ¿Cómo se sintió?

-Había recibido ofertas para regresar en otras ocasiones pero finalmente me decidí en 1997, cuando Carl cayó enfermo. El plan era que Carl mejorara y que se acabara uniendo a mí y a Mike Love (primo de los Wilson) durante la gira. Algo que no sucedió, desafortunadamente (Carl murió en 1998, a los 51 años, de cáncer). Luego, volví en la gira del 50 aniversario, en 2012.

¿Qué nos puede contar de la gira actual?

-Actúo con músicos españoles. Fui a Valencia a tocar con The A-Phonics hace un año, el último mayo, en el festival Surf-a-Rama y me enamoré de ellos. Y cuando estuvieron de gira por California con el gran Fernando Pardo (Los Coronas) participaron en la grabación de mi disco Back in the garaje.

¿Qué ofrece en estos conciertos?

-Son conciertos con mucha energía y toneladas de vieja música rock, surf y garaje. No es el concierto típico de The Beach Boys, sino que destaca por un acercamiento al sonido origen del punk.

¿Tiene algún otro disco en mente?

-Probablemente será algo de archivo que coincidirá con el 10º aniversario de mi libro, The lost Beach Boy.

En un disco anterior, el melancólico ‘I think about you often’, incluía la canción ‘Like in 1969’. ¿Añora aquellos años?

-La verdad es que no porque estoy feliz de cómo va todo ahora casi siempre. De volver, lo haría a 1963 y haría unas cuantas cosas de manera diferente.

¿Es la música peor ahora, en el siglo XXI?

-No soy el adecuado para juzgarlo. Lo que sí diría es que muy diferente.