POCO sabíamos de la música que se hacía en la gélida Islandia, más allá de la heterodoxa Björk, los experimentales Sigur Ros y los electrónicos Gus Gus, hasta que los comerciales Of Monster and Men colocaron una de sus canciones, Little talks, en las listas de ventas internacionales en 2012. Su accesible mezcla de épica, folk y pop, en la línea de Arcade Fire y Mumford & Sons, les acercará en julio al festival Bilbao BBK Live, donde estrenarán su segundo CD, Beneath the skin (Universal), que se edita la semana próxima y les puede convertir en estrellas del rock alternativo.

Of Monsters and Men surgieron en 2010 tras la reunificación de seis miembros procedentes de otras bandas y pronto se dieron a conocer con su triunfo en el concurso Músiktilraunir, destinado a descubrir a músicos emergentes bajo el patrocinio del Gobierno de Islandia. Pronto, en 2011, llegó Little talks, un himno indie que se convirtió en masivo y que estaba incluido en su debut discográfico, My head is an animal, que llevó al quinteto a lo más alto de las listas estadounidenses y de buena parte del mundo, llegando a superar los dos millones de copias vendidas.

Y todo gracias a un fórmula que mezclaba el folk pop comercial, en la senda de Mumford & Sons, con una épica heredera de los primeros Arcade Fire. No desentonaban en el disco otros temas como el plácido Dirty paws, que parece un calco de los canadienses, y el popero y más eléctrico Mountain sound, perfecto para lograr un subidón en directo. Cuando se dejaron caer tiempo después por el estado español, los islandeses declararon estar “muy felices y sorprendidos” porque “no esperábamos que nuestro éxito fuera a ir más allá de Islandia”.

Jaquire King, productor de Kings of Leon, Modest Mouse o Tom Waits, tuvo su importancia en ese éxito internacional, ya que realizó “algunas modificaciones” al disco que el grupo había grabado por su cuenta. Desde entonces, la banda ha realizado actuaciones multitudinarias en festivales como Lollapalooza, Bonnaroo, Coachella, Newport Folk Festival, Osheaga, Glastonbury, Reading, Leeds, Pukkelpop y Splendour in the Grass, así varias giras como cabeza de cartel por todo el planeta hasta que en 2013 volvió a casa para preparar lo que sería su segundo trabajo, el disco Beneath the skin, que se publica esta semana próxima.

El álbum se grabó entre Islandia y Los Ángeles, y cuenta con la colaboración de Rich Costey en la producción (Muse, Foster The People, Interpol). “Nos divertimos trabajando con él”, asegura el guitarrista del grupo, Brynjar Leifsson. “Nos ayudó a extraer todas las ideas que teníamos en la cabeza. Aprendimos mucho en el proceso”, apostilla, a la vez que reconoce el alto grado de exigencia de Costey. “Estuvimos un día entero para afinar una guitarra. ¡Nadie notaba que estuviera fuera de tono!”, explica entre risas a la web Clash Music.

El grupo, que tuvo que adaptarse “al nuevo horario” que supone estar alejado de las giras, donde toda la jornada está programada, reconoce que sí sintió la presión del éxito de su debut. “Nos han preguntado mucho sobre cómo hacer frente a la presión -según la cantante, Nanna Bryndís Hilmarsdóttir-. Lo bueno de la última vez fue que tuvimos cuidado y hacíamos lo que queríamos hacer. Pero luego, cuando piensas en ello ahora, te das cuenta de que estabas muy estresado. Fue un proceso muy estresante, y estábamos en el medio de él”.

rock indie A escasas jornadas de editarse el segundo disco, Of Monsters and Men optan a convertirse en una de las próximas estrellas del rock indie internacional con Beneath the skin, un disco en el que empiezan a dejar atrás el aliento folk y acústico (siguiendo el modelo Mumford & Sons) para abrazar una música más rotunda, propulsada por el poderío de las presentes baterías, estribillos claros, melodías para todos los públicos y su épica característica. “Queríamos salir del viejo disco y cambiar de dirección, pero aún así mantener nuestra identidad. Creo que hemos sido capaces de salir del mundo de fantasía del debut, pero aún así mantener el sonido”, indica la vocalista. Temas como Crystals, Hunger y Empire, pura épica pop, lo confirman. Son carne de estadio y festival. Sus fans las bailarán en Kobetamendi el 11 de julio, junto a Muse. Todavía quedan abonos a la venta.