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La exquisita sensibilidad del arte japonés

El bellas artes de bilbao presenta 221 piezas adquiridas y donadas al museo por josé palacio a mediados del siglo XX

La exquisita sensibilidad del arte japonésO. Martínez

APENAS mide unos centímetros pero la exquisita taza de té japonesa, situada entre dos magníficos tàpies , acapara la mirada del visitante en la Sala BBK del Bellas Artes de Bilbao. Como dijo el filósofo Suzuku Daisetsu: "La belleza no está en la forma exterior, sino en el significado que ésta encierra". La delicada pieza es una de las pequeñas joyas de arte nipón que la pinacoteca bilbaina expone hasta el próximo 15 de septiembre y que, muestra el público, por primera vez, la colección completa donada por la familia Palacio, ya que hasta ahora solo se había exhibido de forma parcial.

El espíritu del arte oriental se ha adueñado del museo. En total, son 221 piezas atesoradas entre 1925 y 1932 por el coleccionista de origen uruguayo afincado en Bilbao José Palacio (Montevideo 1875-Bilbao 1952) y cedidas al museo entre 1953 y 1954.

A 20 grados centígrados de temperatura, un grado de humedad relativa al 50% y sin apenas luz - el calor y la iluminación pueden volver quebradizo el papel y deteriorar los delicados materiales- el espectador se va a encontrar con una de las mejores colecciones de estampas, cerámicas, lacas y objetos ornamentales de la cultura japonesa, especialmente de los siglos XVII al XIX. "Y con una de las mejores colecciones de Europa e incluso de Japón de tsubas, (una pieza metálica redonda de pequeño tamaño que separaba la empuñadura de la hoja de la catana japonesa, y que protegía la mano del guerrero durante el combate)", en opinión del experto en arte oriental Fernando García Gutiérrez, comisario de la muestra. No hay una pieza igual a la otra. En estos decorados tsubas, el samurai acostumbraba a reflejar los ideales y principios que le impulsaban.

recorrido Las obras se encuentran agrupadas en tres grandes conjuntos: Lo sagrado y lo caballeresco, El grabado del período Edo (1615-1868) y Lo cotidiano. El arte de la laca urushi. La muestra se complementa con un espacio dedicado la figura de José Palacio, que reúne diversa documentaciónsobre el coleccionista, y con la presencia deuna treintena de obras de artistas como Gauguin, Tàpies, Sistiaga, Durrio, Iturrino, Guinea, Chillida... que evidencian la influencia de Japón en el arte occidental.

En la primera sección se incluyen representaciones sacras de figuras budistas, 19 objetos cerámicos relacionados con la ceremonia del té, un emaki-mono (pinturas narrativas realizadas en un rollo dispuesto horizontalmente), 37 tsubas, dos kozukas (pequeños cuchillos)... Dentro de la colección Palacio destacan también los grabados, especialmente los ukiyo-e, de inspiración popular. Predominan las imágenes de los actores de Kabuki, uno de los entretenimientos nipones más populares todavía en la actualidad; y las imágenes de geishas.

Y en la última sección, se muestran objetos de uso personal. Destacan un escritorio de estilo Namban, un arca, una mesa, 38 cajas, 29 inro (cajitas de uso masculino con varios compartimentos que cuelgan del cinturón del kimono en la que pueden llevarse medicinas, tabacos, sellos...), varios kiseruzutsu (estuches para pipas).... Son todas piezas de diferentes técnicas que participan de un mismo interés, propio de la cultura nipona, la belleza de los objetos comunes.

La colección del museo se encontraba en un excelente estado por lo que solo ha sido necesario intervenir en cuatro piezas, según explicó el Jefe del Departamento de Conservación y Restauración en Museo, José Luis Merino.