Miguel Sánchez-Ostiz marca con asco las cartas que apuñalaron al año 2013
El escritor navarro presenta su último dietario bajo el sello de la editorial Pamiela
Iruñea - Miguel Sánchez-Ostiz ha presentado recientemente su nuevo libro, el dietario correspondiente al pasado año 2013, que lleva por título Con las cartas marcadas. Y lo ha hecho de forma coherente y sinceramente hermanada con el contenido del mismo, es decir, supurando asco por los acontecimientos vividos e indignación por el trato que han recibido los ciudadanos por aquellos que "nos someten, no que nos gobiernan, porque gobernar es algo muy distinto a lo que están haciendo". Un asco, eso sí, marca de la casa, erudito, sentido y, cómo no, irónico y ácido.
Sánchez-Ostiz se apuntó al "barullo y la escorredura" como pauta para explicar su nueva obra, "ya que es así como vivo. Como decía aquel jula de Pamplona, voy disfrazado de riada, y de esa riada y escorredura es de lo que trata este dietario". En sus palabras, se trata de una suma de anotaciones que corresponden a un año "particularmente desagradable de nuestra vida, 2013, que corre peligro habérsenos olvidado porque muchísimos de los hechos de la vida pública que nos han tocado a todos se han convertido en rutina". Así, lo que en enero de 2013 "nos producía una reacción inmediata casi de sublevación, ahora nos hemos ido acomodando, poco a poco, como si hubiera que transigir y tragar con todo... Cuentan con que mañana otra enormidad habrá olvidado lo de ayer; es decir, mañana no sé qué estupidez se le ocurrirá a Esperanza Aguirre que haga olvidar la más reciente de los toros y la españolidad". "¿Y yo qué puedo hacer frente a esto? Lo único que puedo manifestar es que me da asco; no tengo la posibilidad de ponerle un bocado, como hacen los jinetes que tanto les gustan", añade.
Impunidad En este sentido, aclara que más que irritación, en el libro manifiesta su asco frente a unas situaciones que él jamás imaginó. "Pero esto del asco ya no es un asunto solo mío, es una epidemia... pero que no llega a servir para obtener una mayoría parlamentaria. Es decir, hay una mayoría social que permite que esta gente esté en el Gobierno coceándonos un día sí y otro también. Y, sobre todo, sucede que muchos de estos abusos cuentan con el beneplácito de una sociedad que los aplaude, como por ejemplo la violencia policial. Y por otra parte, estamos viviendo con la sensación de que hay una impunidad nacional, hay gente que no es que tenga inmunidad parlamentaria, sino impunidad", y pone como ejemplo el "episodio" de Esperanza Aguirre con su coche, "si le hubiera sucedido a cualquier joven de aquí, estaría todavía en prisión", asevera.
Este dietario, según apunta su autor, refleja lo que él tiene que hacer ahora: "Como escritor no puedo permanecer indiferente a lo que nos está sucediendo. Si aparecen asuntos de mi vida privada es por otra cuestión que me parece muy importante, ¡no pueden vencernos! ¡No pueden pisotearnos de tal manera que nos jodan también la vida privada!".
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