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Doce días bajo el sol de Beyoncé

Algunos fans pasaron doce días junto al Estadio Olímpico de Barcelona para bailar con la reina americana del pop

Doce días bajo el sol de Beyoncé

aLGUNOS llevaban doce días esperando junto al Estadio Olímpico de Barcelona para poder bailar anoche en primera fila con la reina norteamericana de la música pop, Beyoncé. Otros plantaron sus mesas y sus paraguas ayer mismo. Todos, impacientes, deseaban que empezara el espectáculo. Centenares de personas se encontraban desde muchas horas antes al lado del recinto olímpico de Montjuïc, protegido todavía por unas vallas, para contonearse antes de acabar el día con los grandes éxitos de la megaestrella tejana, quien ayer cerró en Barcelona el periplo europeo de su gira mundial The formation World Tour, en la que presentó los temas de su último trabajo, Lemonade.

Ester, llegada desde Las Palmas de Gran Canaria, llevaba tatuado en su brazo a rotulador el 356, el número de su tanda para acceder al recinto, en una muestra de la improvisada autogestión de los jóvenes para organizar una entrada al recinto según el orden de llegada. De Valencia, Lugo, Barcelona, Logroño provenían algunas de estas personas, una de ellas al borde de un ataque de nervios porque era su primer concierto Beyoncé y no sabía si resistiría hasta que apareciera en el escenario, pasadas las 21.00 horas.

Fabián, un paraguayo que se protegía con un gran paraguas a cuadros para días de intensa lluvia, explicó que actualmente vive en Madrid y que ayer viviría su cuarta experiencia junto a la diva estadounidense. “Hay un momento -indicó- en el que estás como para desvanecerte, porque llevas muchas horas a pie de pista, pero luego aparece ella en el escenario y hasta lloro, se me van todos los males, de aquí hasta Lima. Siempre es un espectáculo maravilloso”. Mientras Fabián comentaba sus impresiones, un hombre ofrecía bebidas a otros jóvenes agrupados bajo la sombra de un pino y una chica salía disparada, corriendo descalza, porque apareció un vehículo de la grúa municipal dispuesto a llevarse su pequeño utilitario, aparcado en una plaza prohibida.

‘baby boy’ Un taxi dejó a una pareja, en pantalón corto y con bolsas de avituallamiento, en otro punto de la montaña barcelonesa, donde, a petición de una cámara de televisión, unas jóvenes seguidoras improvisaron, muy sincronizadas, unas notas de Baby boy mientras movían sus caderas. Rafa, un riojano que se plantó junto al estadio a primera hora, esperaba ansioso, puesto que se estrenaba con La Jefa anoche. Desde el otro lado de la barrera, Jaime, que se encargaba de la vigilancia del lugar, indicó que estaba de turno desde las 6.00 de la mañana y que, hasta momentos antes del inicio del concierto, no hubo incidentes. “Más o menos, lo mismo de siempre cuando hay un gran concierto”, afirmó.

Beyoncé ofreció su único concierto en España de la actual gira, al que acudieron unas 46.000 personas.