LOS múltiples desencuentros entre Carmen Cervera y su hijo Borja Thyssen parecen suavizarse. “El tiempo se encarga de colocar las cosas en su sitio”. Así se expresaba hace poco tiempo la nuera de la baronesa, Blanca Cuesta, cuando le preguntaban por los desencuentros entre su suegra Carmen Cervera y su marido Borja Thyssen. Unas historias muchas veces rocambolescas en las que Blanca nunca quiso entrar “porque es algo que tienen que resolver ellos”, afirmó. Sin embargo, en muchos momentos, y sin pretenderlo, la propia Blanca se convertía en la protagonista de maledicencias y descalificaciones.

La baronesa continuó con su guerra particular y unilateral que originó acusaciones públicas de robo de documentos, apertura ilegal de testamento o extravío de cuadros, y otra serie de supuestas ilegalidades que hicieron que los Thyssen (madre e hijo) acabaran en los juzgados presentando sus pruebas y contrapruebas.

Antes de comenzar el verano se produjeron varias resoluciones favorables a Borja, donde el propio fiscal no mantenía la acusación pública alegando que no había delito. En ese caso se trataba de la demanda por revelación de secretos que interpuso Tita en marzo del 2009. “En el caso de que la baronesa continúe adelante se encontrará sola en el procedimiento y con el fiscal actuando casi de abogado defensor”, explicaron fuentes judiciales. Este contencioso que Carmen Cervera se empeñaba en mantener, a pesar de los consejos en contra, ya tiene solución.

Y no será en los juzgados de Alcobendas, donde se archiva el historial de denuncias y contradenuncias de esta peculiar familia. Después de sellar la paz y vivir un verano familiar en el que por fin Tita ha podido disfrutar de sus tres nietos y, sobre todo, de reencontrarse con su hijo, la baronesa ha dado órdenes a sus abogados para que estudien la retirada de las acusaciones. “Carmen Cervera lo tiene muy claro. Una vez que ha recuperado a Borja, el resto de historias se convierten en secundarias. No creo que se celebre ningún juicio”, aseguraron a Vanitatis desde su entorno. Como ya adelantó la web, ambos tienen en común varias sociedades además de participaciones en empresas. Una de las complicaciones más graves que se presentaron en su momento era el acuerdo que la Baronesa mantiene con el Ministerio de Cultura y el alquiler de su colección privada.

motivos económicos Al ser públicos y notorios los enfrentamientos entre los familiares, ningún responsable se atrevía a negociar ningún convenio. De ahí, entre razones de otro orden, que Tita cediera sin coste alguno durante los últimos tres años sus cuadros.

Pero eso resultaba desfavorable para los intereses de Carmen Cervera, sobre todo porque el tiempo corría en su contra, ya que salvaguardar una colección de estas características, con los seguros y mantenimiento correspondientes, supone un precio demasiado alto. Al parecer, en otoño será el momento en que todos los contenciosos finalicen. - E. P.