Markina-Xemein - A cada paso que da en esta Vuelta al País Vasco, Amets Txurruka se tiene que detener para dejar que le pregunten por qué no ha cogido una fuga todavía. El vizcaino responde encogido de hombros. Que sí, que quiere, pero... "¿No habrás perdido el don, verdad?", le han llegado a sugerir. A Txurruka, tan querido, todo el mundo le recuerda escapado porque es como estuvo la pasada Itzulia, en fuga, del mismo modo que casi nadie olvida a Omar Fraile perseguido por un pelotón de lobos en la dantesca etapa del frío y la lluvia de hace un año en Beasain. Con ese recuerdo se presentó el santurtziarra en esta edición de la Vuelta. Pensando en algo grande. No en la general, claro, que es joven, pero sí en estar delante, en dejarse ver, luchar por una etapa... Ese castillo de naipes se le cayó el primer día. Le tumbó la primavera. La alergia. "No me podía mover del sitio". Ni el primer ni el segundo día. Luego, resurgió. "Le he podido dar la vuelta al cuerpo". Lo comprobó en la etapa de Gasteiz, lo corroboró el día de Arrate donde alcanzó el maillot de las metas volantes y se consoló ayer, camino de Markina, donde se metió en la fuga junto a Luis León Sánchez, recolectó los puntos necesarios y hoy subirá al podio final de la Vuelta al País Vasco como ganador de esa clasificación, un consuelo para las aspiraciones de Omar y el Caja Rural. "Nos vamos satisfechos", valoró ayer el vizcaino, que recordó que uno de los objetivos que se marcaba el equipo en la salida de Ordizia era el premio que alcanzó camino de Markina. "El segundo, una etapa, no lo hemos podido conseguir, pese a que lo hemos intentado todos los días, pero vamos a subir al podio con mi maillot de metas volantes, que es importante", dijo Fraile, que hoy cierra la Vuelta al País Vasco en la crono de Markina pero tiene ya la mente puesta en la Klasika Primavera que se disputa mañana en Amorebieta.

Landa, a mantener Soberbio de nuevo ayer como durante toda la semana, Mikel Landa no tiene hoy grandes expectativas en la crono en la que defiende un trabajado octavo puesto que le sitúa como mejor vasco en la general. "Es imposible mejorar", admitió ayer; "y mantener el puesto ya sería mucho".