N ese Bilbao de los dimes y diretes, que también los hay, se cuenta que los hermanos Pérez Yarza ganaron una fábrica de cerveza en una partida de cartas, pero la realidad fue que la viuda de José Schumann decidió una venta rápida de la fábrica a la muerte de su esposo, eso sí, quizás motivada por las deudas contraídas por su difunto marido. En 1911 la pequeña empresa cervecera creada por José Schumann cambió de nombre para llamarse Fábrica de cervezas La Salve, coincidiendo con el cambio de propietarios. Todo pertenecía a un Sociedad Mercantil que regentaba en Bilbao numerosos negocios de alimentación y hostelería, entre ellos los cafés Boulevard y Arriaga, el bar Carabanchel y el hotel Excelsior. Francisco Pérez Pérez, avezado empresario, natural de Crevillente, Alicante, se había casado en 1870 con la begoñesa Lucía Yarza. Francisco falleció en 1896 y a su muerte su viuda, junto con varios de sus hijos, dirigió dicha Sociedad hasta 1923. Ahí comienza la historia.

Ayer la marca, rescatada hace unos años de las cavernas del pasado, decidió rendir homenaje a esa matriarca. La Salve Bilbao, allá en su fábrica de Bolueta, presentó en sociedad a Lucía, una cerveza con gran cuerpo y carácter, inspirada en el consumidor del norte y en la bravura de aquella mujer. Nace como emblema del lado más contemporáneo de La Salve. Se trataba de rendir un homenaje a la fundadora de nuestra marca, Lucía Yarza, y la ceremonia se celebró en sesión continua; un primer acto visualizado en el Paseo Lucía Yarza, en el que BilbaoHistorikoa colaboró con La Salve para realizar un homenaje floral al que asistieron familiares de la propia mujer y, ya de media tarde, la apertura de las puertas de la fábrica para acoger la presentación en sociedad y lanzar el primer brindis con la nueva cerveza bilbaina. A la cita, coordinada por Borja Elorza, acudieron personalidades del ámbito social, empresarial, cultural y deportivo, de Bilbao. Qué digo de Bilbao, de Bizkia entera.

La etiqueta de esta cerveza lleva el matasellos de una ilustración creada por el artista Tomás Ondarra. Se lo agradecieron Eduardo Saiz Lekue y Jon Ruiz Ibinarriaga, los dos socios que hace ocho años se embarcaron en la aventura del rescate de esta marca de cerveza, sumergida en las profundidades del oceano Olvido, si me lo permiten decir así. En las notas de cata de esta nueva presentación pueden leerse sugerentes mensajes sobre la botella. Su aroma es complejo y rico en matices, donde destacan los sabores de maltas tostadas, con recuerdos a caramelo. En segundo plano aparecen notas afrutadas, equilibradas con aromas herbales del lu?pulo junto con una suave fragancia alcoho?lica. En boca, la intensidad de amargo es moderada, y con cuerpo apreciable.

Por equilibrio de intensidades platos de intensidad grasa media, no excesivamente potentes. Por sus notas maltosas encaja con platos que tengan sabores caramelizados como carnes y verduras a la parrilla, hamburguesas, mariscos y arroces de todo tipo, donde sus notas afrutadas y lu?pulos ejercerán tambie?n de complemento aroma?tico.

Testigos de todo cuanto les cuento fueron, además de los citados, Gorka Pérez Yarza y Jacobo Pérez Yarza, bisnieto y tataranieto de Lucía; Macarena González; el director de Lauaxeta, Aitor Pagalday, Asier López, Itziar Villamandos, Olga Gómez, de Innobasque; Aiken Ugalde, Beatriz Astolfi, Marino Montero, Jon Ander Mayo, Miguel Ángel Santos, Ignacio Santos, Jorge Aio, Olga Zulueta, Itziar Laskibar, Juan Zabala, Irati Angulo, Jon Zuazola, Javier Yunkera, Beatriz Marcos, Imanol Loizaga, Joseba Hernández, Jon Marín, Miren Muguruza, Aitor y un buen número de hombres y mujeres que agradecieron la inivitación a este descorche y que celebraron, según se comentaba en cada corro, el buen sabor de Lucía, dicho sea sin segundas. l

Ls Salve presenta en sociedad a Lucía, una

cerveza con más cuerpo y carácter, inspirada en el

consumidor del norte

Nace como homenaje a Lucía Yarza, fundadora de la marca, y lleva una etiqueta creada por el artistaTomás Ondarra