Empezó a escribir versos en la adolescencia, una pasión a la que Arantza Álava se volcó de lleno tras mudarse, hace 14 años, de su añorado Bilbao natal a la tranquila ciudad de Orduña. Estaba decidida a publicar su primera obra antes de fin de año, pero el primer premio obtenido en la categoría de castellano del concurso de microcuentos convocado por el Consistorio orduñés durante el confinamiento ha precipitado todo. Tanto es así que Esencia urbana lleva ya más de un mes a la venta.

Del dicho al hecho, hay un trecho. Sin embargo, en su caso se puede decir que ha sido todo lo contrario. 'Esencia urbana' ha visto la luz meses antes de lo previsto.

—Así es, y todo se debe al premio que logré con el relato La nata de la leche. Fue una inyección de moral y el ánimo que he recibido desde entonces por parte de gente de Orduña y de allegados es lo que me ha hecho coger la fuerza necesaria para hacer realidad este proyecto. De alguna manera he sentido que era el momento, era mi momento. Y son trenes que no hay que dejar pasar, hay que cogerlos al instante.

Y, ¿ha sido una autoedición?

—Era la idea inicial, pero en esto también ha habido cambios. Rubén de la Fuente, de la librería Mahor de Orduña, quiere apoyar a autores locales a través de la edición de sus obras y el primer proyecto en el que se ha volcado es el mío. Me ofreció su colaboración y acepté encantada. Estoy muy agradecida.

¿Cómo ha sido el proceso?

—A pesar de que el libro lo tenía ya escrito desde hace tiempo, volví a revisar todos los poemas, ha habido que diseñar y elegir la imagen de portada, redactar la introducción y la contraportada, hacer la maquetación... Ha sido mucho trabajo, pero lo he hecho con muchas ganas y entusiasmo.

¿Qué cuenta Arantza Álava a través de 'Esencia urbana'?

—El libro nos sumerge en la esperanza, en el amor y el desamor, la belleza y su fugacidad, a través de unos versos y unas páginas en donde pasado, presente y futuro se funden bajo la mirada de la ciudad.

Querrá decir de su ciudad, de su Bilbao

—Soy urbanita, y Bilbao es la ciudad donde crecí y viví hasta hace 14 años cuando me trasladé a Orduña. Además, mi juventud coincidió con la llegada, a mediados de los 80, de la llamada movida madrileña. Para mí fue el despertar, me hizo sentir libre. La calle y las tabernas eran mi hogar. Empecé a rebelarme, a no decir a todo que sí. Y, en efecto, Esencia urbana es un tributo a mis orígenes a través de unos versos con aroma a nostalgia, hasta el punto de que a veces dudo si es Bilbao o mi juventud lo que añoro.

Llama la atención la referencia que hace a una flor, la rosa.

—Aparece en el título de varios poemas que, a su vez, dan nombre a dos de las cinco partes del libro. Rosa rosa habla de esplendor, la belleza, la esperanza o del nacimiento de todo lo bueno. Rosa negra, por contra, de la decadencia, del final, de la muerte de todo. Pero como soy una persona optimista, incluyo también el poema La rosa del bien que es el renacer. Son poesías cortas pero, al mismo tiempo, el hilo conductor de todo el libro.

Apostar por publicar un primer libro de poemas, ¿es un riesgo?

—Es un género en el que es muy fácil fracasar. La poesía es como el vino, después del primer sorbo tienes que dar otro para poder saborearlo bien. Yo creo que no utilizo un lenguaje muy rebuscado, pero el lector tiene que interpretar tus versos, encontrarles un sentido, y no es sencillo. Aún así, estoy contenta por las críticas que estoy obteniendo y por la acogida.

¿Dónde se puede adquirir 'Esencia urbana'?

—De momento, en las librerías Mahor de Orduña, Sanz y Bai bada! de Amurrio, Zuhaitza de Laudio, María Auxiliadora en Bilbao, en la calle Lehendakari Aguirre junto al metro, e incluso en la librería Villa Serendipia de la localidad de Peñafiel, en Valladolid. Su propietaria me descubrió por Instagram y se apasionó con mis poemas. Me animó a publicar, me ha pedido ejemplares y hasta allí han llegado.

Su primer premio literario ha sido en prosa, ¿se va a animar a publicar en este género?

—Ese es mi próximo objetivo. Tengo ya una selección de relatos cortos que estoy revisando y al mismo tiempo estoy escribiendo nuevos. Me gustaría que vieran la luz, como muy tarde, en septiembre de 2021.

"Hablo de la esperanza, del amor y el desamor, la belleza y su fugacidad, con versos y bajo la mirada de la ciudad"

"En poesía es muy fácil fracasar, pero el libro está obteniendo buenas críticas y estoy muy contenta"