La Edad Media fue una época dura, llena de violencia y e vaivenes. La vida de María Díaz de Haro, nacida en 1270 y más conocida como María La Buena por sus habilidades para la gestión, fue una muestra de la inestabilidad de la época, ya que fue Señora de Bizkaia en hasta tres ocasiones. La primera de ellas fue en 1289, tras fallecer su padre, Lope Díaz III de Haro en 1288 en una disputa con el rey Sancho IV de Castilla y morir poco después su hermano, Diego López de Haro. Así, la tragedia familiar hizo que María La Buena se convirtiese en la décima persona que dirigía el Señorío de Bizkaia, la primera mujer y su primer mandato fue de seis años, hasta que en 1295 en medio de las luchas de poder que había en Castilla, Diego López V de Haro arrebató el Señorío de Bizkaia a María, título que

mantuvo hasta su muerte en 1309. Durante su mandato, Diego López de Haro fundó Bilbao en 1300, algo que dará explicación a la fundación de Portugalete 22 años después. Al fallecer Diego López V de Haro en 1309, María vuelve a ostentar el Señorío de Bizkaia en 1310 pese a los intentos de su primo, Lope Díaz de Haro, de privarla del señorío.

Ese mismo año, María La Buena legitimó la carta fundacional de Bilbao, pero para fortalecer su posición en el Señorío, decidió fundar villas en puntos estratégicos con acceso al mar en el entorno de Bilbao. Así, en 1322 fundó Portugalete, un punto de absoluta referencia en materia marítima y de transporte de mercancías y que, en esos

momentos restaba potencial a Bilbao y, con ello a los López de Haro.

La fundación de Portugalete fue una de las últimas medidas que tomó María La Buena, quien enviudó de Juan de Castilla en 1319, en su segundo mandato al frente del Señorío de Bizkaia, puesto que a finales de 1322 dio un paso a

un lado en beneficio de su hijo, Juan de Haro. Tras ceder el bastón de mando, María se colgó los hábitos en el monasterio palentino de Santa María de la Consolación de los Perales, lugar en el que, se retiró. Aun así, desde ese

retiro fundó en 1325 la villa de Ondarroa, el segundo de los tres núcleos poblacionales de Bizkaia a los que otorgó el privilegio de ser villa. Con esta medida, María daba un paso más en su propósito de asentar su poder en base a las salidas que el Señorío ofrecía a través del mar para, así, tener un mayor dominio del tráfico de mercancías y evitar el crecimiento del poder de los López de Haro que décaetiro fue corto, concretamente de cuatro años, puesto que al ser asesinado Juan de Haro por orden del rey Alfonso XI de Castilla,

María volvió a tomar las riendas del Señorío de Bizkaia. Esta tercera y última etapa al frente duró ocho años, concretamente hasta 1334 y a lo largo de la misma, además de no sucumbir a los ofrecimientos de quien había ordenado el asesinato de su hijo, Alfonso XI de Castilla, para adquirir el Señorío de Bizkaia, María La Buena dio un paso más y fundó la villa de Lekeitio en 1327, una fundación que siguió el mismo patrón que las de Portugalete y Ondarroa, puesto que Lekeitio también es una zona costera y que podía tener importancia a nivel comercial. Ya en

1334, María cedió la gestión del Señorío de Bizkaia a su nieta, también llamada María Díaz de Haro, quien se convirtió en la segunda mujer en dirigir el señorío. Por su parte, María La Buena murió el 3 de octubre de 1342, pero su legado perdura casi 700 años después gracias a las tres villas que fundó en Bizkaia, la primera de ellas fue Portugalete, que ya celebra sus siete siglos de vida.