ON su mochila, no se pierde un evento, desde las recuperadas Marzas en Karrantza a la Pasión Viviente de Balmaseda, y recorre Enkarterri pegando carteles que anuncian el lanzamiento de sus libros. Txomin Etxebarria ha roto la barrera de las noventa publicaciones sobre la comarca rebatiendo mitos que la rodean y con otro proyecto entre manos: un camino a través de su historia en diferentes tomos. Ya está en la calle el primero, que abarca, como su título indica, Desde la Prehistoria hasta el otoño de la Edad Media.

Mi hermano y yo creíamos que lo que se conoce se quiere y, lo que se quiere, se defiende”, asegura, en referencia a Jesús Etxebarria, ya fallecido. Ambos comenzaron sus investigaciones “hace prácticamente cincuenta años” en sus revistas Cuadernos de Balmaseda y Cuadernos de las Encartaciones. Con su libro sobre la Guerra Civil en Balmaseda, “allá por 1993” fueron “pioneros” en abordar el impacto del conflicto “en un pueblo”. La investigación resultó “muy bien recibida” entre los vecinos, aunque al principio “hubo que vencer un poco de reticencia a hablar” por el silencio que se había impuesto durante el franquismo en torno a aquellos acontecimientos. Se vendieron “más de 400 ejemplares”. El que versó sobre la historia de la Semana Santa de Balmaseda “generó cierta polémica” porque ciñéndose a las fuentes documentales “la Pasión Viviente tiene alrededor de 140 años y estaba muy extendida la idea de que su origen se remonta a las peregrinaciones por las pestes”. Este año la Asociación del Vía Crucis organizó el Domingo de Ramos una peregrinación con penitentes al Kolitza haciendo un guiño a esas creencias populares. Hablando del Kolitza, Txomin Etxebarria recuerda que “Antonio de Trueba fue el primero en designar estos montes bocineros”, entre los que se encuentra la cumbre de Balmaseda, por lo que no se puede asegurar que en la Edad Media se convocara a Juntas tañendo el cuerno desde esta cima y las de Oiz, Sollube, Gorbeia y Ganekogorta. Según explicaron desde las Juntas Generales en la edición de 2019, la última hasta la fecha debido al coronavirus, parece que sí se usaban las bocinas, pero en Gernika para avisar del comienzo inminente de las sesiones. Ideas a veces erróneas que ha querido recopilar con idea de que puedan ser de utilidad para el profesorado.

Tierra “fronteriza, rica en lenguas, a Enkarterri llegó hasta el habla montañesa y tradiciones típicas como las Pascuas o las Marzas no se encuentran en otras zonas de Bizkaia”. Esa proximidad a Cantabria “se ha mezclado con la parte Euskaldun”, dando lugar a costumbres como las Carnestolendas de Gordexola, la danza de los arcos floridos de Lanestosa o la romería de San Felipe y Santiago, en Balmaseda, sobre las que Txomin ha escrito. “Recuerdo a tres hermanas, Fe, Esperanza y Caridad, que confeccionaban los gorros para los niños. Su padre procedía de Salamanca y preguntamos si él podría haber traído la celebración, pero nos comentaron que ya existía con anterioridad”, señala sobre San Felipe y Santiago, “recuperada gracias al trabajo de Eugenio de Francisco”.

Ocho en Pandemia

Durante la etapa más cruda de la pandemia, Txomin ordenó sus notas para escribir “ocho libros”. “Escribir me relaja, lo hago todo a mano, aunque cada vez me cuesta más concentrarme. Del último libro resultaron 270 folios, que resultarán en aproximadamente 140 páginas”. Para este año, “tengo más preparados, sobre el habla y la cultura perdida de las Encartaciones, otro de Gordexola, Balmaseda y Euskaltzaindia y el siguiente capítulo de la historia de la comarca”.

El primer tomo se detiene en la Prehistoria, pasando por las cuevas de Ventalaperra o Arenaza, castros, la calzada romana, la crónica de Alfonso III, arquitectura prerrománica y románica, poblaciones, las villas de Balmaseda, Lanestosa y Portugalete, otras poblaciones, relación con los señores, linajes, guerras de bandos, la figura de Lope García de Salazar, torres y ferrerías, proceso de feudalización, el fuero antiguo y la junta de Abellaneda, la Casa de Juntas -sede actualmente del Museo de las Encartaciones, donde se puede contemplar una exposición permanente acerca de la evolución y funcionamiento de la institución- y los judíos de Balmaseda.

Comenzó con su hermano Jesús, ya fallecido y fueron “pioneros en escribir sobre la Guerra Civil en un pueblo: Balmaseda”

El primer capítulo sobre la evolución de la comarca se extiende desde la Prehistoria hasta 1503, “el otoño de la Edad Media”

También ha recopilado recientemente mitos equívocos, con la idea de que pueda servir de referencia al profesorado

Fiel a su manera de trabajar, redacta a mano y recorre municipios pegando carteles para comunicar cada novedad editorial