Una vez se han empezado a quemar los turrones, llega el momento de hacer balance de una Navidad atípica, pero que no perdió su magia. Portugalete apostó por mantener su programación cultural navideña y, según los datos aportados por el Consistorio jarrillero, más de 6.000 personas pudieron disfrutar de un programa en el que, además del recibimiento a Olentzero y la cabalgata de Reyes, brillaron con luz propia los espectáculos de magia y los musicales infantiles que se celebraron en el polideportivo Zubi Alde y los talleres que se llevaron a cabo en Rialia y Santa Clara.

Sin duda, los días 24 de diciembre y 5 de enero fueron las jornadas estrella de la Navidad jarrillera con motivo de la celebración del recibimiento a Olentzero y la cabalgata de Reyes, respectivamente. Para llevar a cabo ambas actividades se apostó por ampliar el recorrido y la duración de los eventos y por añadir una serie de medidas de seguridad a las medidas sanitarias vigentes. La encomiable labor de 120 voluntarios hizo posible que ambas actividades fuesen un éxito.

Los niños son el motor de la Navidad y también de la programación navideña jarrillera. Así, los espectáculos musicales infantiles Tributo al Rey León, Vulkano Kids y Blancanieves que se escenificaron en Zubi Alde tuvieron una gran acogida por parte del público. También hubo una gran afluencia de espectadores al espectáculo infantil de Kantu Kolore y Lo Mejor de Yllana. Los txikis tampoco fallaron a su cita con los talleres de diversa índole y las scape room que se organizaron en Rialia y Santa Clara.

Pero la programación navideña portugaluja fue más allá de los espectáculos infantiles. Así, a lo largo de las pasadas navidades se celebraron el concierto de la Banda Municipal, la actuación de la Escuela de Ballet de Pilar Aguirregomezcorta y el espectáculo con el que Berriztasuna Taldea celebró su 50+1 aniversario y todas estas actuaciones colgaron el cartel de "No hay billetes". Con todo, Portugalete hace un balance positivo de esta Navidad en la que la situación sanitaria impidió la celebración del PIN, pero en la que, tras un año de parón, volvieron a celebrarse los recibimientos a Olentzero y los Reyes además de un buen número de eventos que llenaron Portugalete de cultura.