- Ahotsak, el grupo de inspiración folk de Sodupe recobra el pulso una vez que ha quedado atrás la que esperan que sea la etapa más complicada de la pandemia. La llegada del coronavirus y el encierro no solo les obligó a aplazar sus proyectos, sino que les puso a prueba como ha ocurrido en el resto de los hogares. Pero María Jesús Baranda, Arturo Baranda, Bingene Terreros, Iñigo Zubizarreta y Alberto Irazabal ya han empezado a retomar las actuaciones que tanto añoraban. En Jueves Santo se reencontraron con su público con motivo del 57 aniversario de los aitas de Alberto y el pasado 10 de agosto cantaron durante la misa oficiada por San Lorenzo en Sodupe. Una de las pocas actividades programadas en este segundo verano sin fiestas al uso.

"Nos hemos echado de menos este tiempo sin poder vernos y cantar porque la música y nuestro grupo suponen una muleta importante en nuestras vidas", relata Alberto. Y es que "en las reuniones lo pasamos genial, en un ambiente cordial y respetuoso". Tras un tiempo "largo y duro en el que no nos ha quedado más remedio que componer y cantar en nuestras casas, ahora podemos juntarnos con asiduidad", celebran. Los ensayos "se nos hacen cortos, pues repetimos las canciones una y otra vez para que queden lo más aceptables posible sin descansar apenas". "María Jesús se encarga de llamar por teléfono para poner cita y día... y Arturo y Bingene están siempre sonrientes y aportando buen ambiente, al igual que las bromas de Iñigo", así describen la camaradería que reina cuando se encuentran.

"Nos tomamos el grupo muy en serio y con gran responsabilidad y seguimos ilusionados para preparar el próximo CD, que, si el destino quiere, grabaremos en el teatro Campos Elíseos de Bilbao", adelantan. Después de convivir con "tantas normativas" que, durante más tiempo del que hubieran deseado, han limitado el movimiento entre municipios y han obligado a postergar sus planes de meterse en el estudio, pueden concentrarse en preparar "temas inéditos" para el que será su sexto disco, "con aires góspel e influencias de los espirituales negros", ya que "nos gusta cantar al estilo anglosajón de los años setenta, de una manera sobria y moderada". Como solista, María Jesús "llevará el peso vocal arropada por los coros de sus compañeros y con los arreglos y dirección de Alberto".

"Además del folk vasco, sudamericano, canción protesta e, incluso, temas litúrgicos, nos gustan canciones del dúo bilbaino Sergio y Estíbaliz como Mano con mano, Volver, Lluvia de plata... Composiciones del gran músico santanderino Juan Carlos Calderón", aclara María Jesús. "Sí, porque en esencia somos una formación melódica", apostilla Iñigo. Bingene, la benjamina del quinteto encartado, comenta que "los componentes procedemos de Sodupe, Alonsotegi, Gordexola o incluso Azkoitia". En sus actuaciones se aplauden especialmente los temas El joven rico, El peregrino, Al amor de la lumbre y Dicen por ahí, entre otros. Los dos últimos, del compositor Alberto Irazabal.

Ahotsak, que nació hace treinta años, ha colaborado a lo largo de su trayectoria con artistas de la talla de Kepa Junkera. La incorporación de los Hermanos Baranda, músicos de Alonsotegi que en su momento gozaron de una prometedora carrera musical, ha sumado talento al grupo. Ya en la coral Gure Ametsa de Alonsotegi llamaron la atención sus aptitudes, se enrolaron en la caravana de la Alegría y pudieron haber dado el salto a Madrid, pero optaron por otras prioridades vitales. Los actos con motivo del ochenta aniversario del bombardeo de Alonsotegi los devolvieron a la palestra musical en 2017 y un reportaje publicado en Hemendik propició poco después la fusión con Ahotsak.

"No nos ha quedado más remedio que componer desde casa y nos echábamos de menos"

Componente de Ahotsak