Ni un mes han tardado algunos descerebrados e insolidarios personajes en echar por tierra las ilusiones de cientos de aficionados a las dos ruedas de Trapagaran al arrancar de cuajo el tótem de herramientas y estropear varias pistolas de agua del lavabicis instalado por el Ayuntamiento en la conocida como plaza roja de la calle Funicular, junto a las instalaciones del velódromo. "Los han filmado las cámaras instaladas en la zona pero de noche, con las mascarillas y las gorras es prácticamente imposible identificarlos", lamentaba Carlos Marquina, concejal de Deportes y Turismo de Trapagaran, quien informó de que el tótem derribado ha sido ya retirado y llevado a reparar para su pronta reinstalación en el lugar. "Dan ganas de no poner nada visto la falta de respeto de algunas personas por lo que es de todos y por la insolidaridad con los vecinos y visitantes que quieren hacer deporte en nuestro municipio", señaló Marquina. No obstante el concejal dejó bien claro que la decisión de reinstalar este conjunto de lavabicis y tótem de herramientas obedece al objetivo de su área de "favorecer la práctica deportiva y de valores que nos sirve además como palanca impulsora para dar a conocer los activos turísticos y de patrimonio que tiene la localidad".

En este sentido, Marquina situó la decisión municipal de instalar dos estaciones, la de funicular ahora atacada, y la de La Arboleda "por ser un punto de mucha afluencia de ciclistas, tanto entre semana como los fines de semana. Trapagaran es referente en la práctica del deporte de bicicleta".

Además, ambos elementos, el lavabicis y el tótem, serán de gran utilidad para el presente y futuro de Aliron Parkea, una atractiva red de caminos diseñada para los y las amantes del deporte y la naturaleza. Rutas con alma minera para ser recorridas tanto a pie como en BTT. Un proyecto estratégico para el Área de Deporte y Turismo que "va por buen camino ya que nuestro siguiente hito es poder disponer en un futuro de un punto de información Aliron Parkea", explicó el concejal que lamentó el tropiezo sufrido por la estación de Funicular.

Las estaciones urbanas para lavado de bicicletas -utilizado también por muchos viandantes para dar agua a sus mascotas- es un box metálico en el que las personas colocan la bicicleta y, mediante una pistola de agua a presión podrán quitar la suciedad acumulada en el chasis de la misma.

Dispone también de cuatro cepillos de limpieza asegurados con cables aeronáuticos: cepillo para eliminar suciedad dura en ruedas y componentes, cepillo cono para las esquinas, cepillo de dos dientes para marco, radios y disco y otro para cadenas. La estación se acompaña de un tótem para reparar las bicis que consta de un juego de herramientas y una bomba de aire integrada.