Hace diez años, el Ayuntamiento de Abanto-Zierbena suscribió el Pacto de Alcaldes que impulsaba la lucha contra el cambio climático a nivel local con el compromiso de reducir en un 20% los gases de efecto invernadero para 2020 respecto a 2007, aumentar un 20% la eficiencia energética y lograr que un 20% de la energía provenga de fuentes renovables. En esta década se han desarrollado diferentes proyectos y programas repartidos en cinco ámbitos diferentes: eficiencia energética, movilidad, energías renovables, residuos y agua. Cabe destacar la política destinada a mejorar la eficiencia energética, y por ende el ahorro en las emisiones de CO2 y el gasto de la factura eléctrica para las arcas municipales, que ahora tomará un impulso definitivo con la puesta en marcha de sendos proyectos destinados a la renovación de los cerca de 2.300 luminarias de las farolas existentes en el municipio y a la adecuación de los 63 centros de mando de la red pública diseminados por el término municipal.

“El Ayuntamiento de Abanto-Zierbena es consciente que el alumbrado público es un servicio imprescindible en el municipio, ya que en primer término mejora las condiciones del mismo, garantiza la visibilidad y seguridad de los peatones y conductores de vehículos y la de los bienes del entorno, al tiempo que dota a nuestro pueblo de un ambiente visual nocturno agradable a la vida ciudadana”, valoró la alcaldesa de Abanto-Zierbena, Maite Etxebarria, quien destacó que estos proyectos “constituyen, probablemente, la inversión más importante de la actual legislatura”.

Ambos proyectos, largamente elaborados, supondrán un desembolso superior al millón de euros. En el caso de la adecuación a la normativa de los centros de mando, 148.906 euros, se abonará con cargo al actual presupuesto municipal, mientras que el suministro e instalación del alumbrado público exterior, adjudicado en 929.592 euros, se financiará a través de un préstamo concedido al proyecto por el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE). “Se trata de un préstamo sin intereses que nos concedió el IDAE para acometer esta profunda transformación energética en la iluminación pública que llegará a todos los rincones del municipio, tanto a los núcleos rurales y los barrios periféricos así como a los principales centros urbanos. Es una oportunidad que no podíamos dejar pasar”, subrayó la alcaldesa abantoarra.

Seis meses

Según las previsiones que maneja el Ayuntamiento minero, las obras de ambos proyectos podrían comenzar en paralelo a finales de septiembre y finalizar a principios de octubre en el caso de la adecuación de los centros de mando -que deberán contar con aparatos de reducción de potencia para alimentar a las nuevas luminarias- y a finales de marzo en el caso de la sustitución de las actuales luminarias por otras de tecnología led. Esta nueva infraestructura permitirá adecuar los niveles de iluminación, reducir el resplandor luminoso nocturno o contaminación lumínica para mejorar los efectos de tipo medioambiental y reducir la luz intrusa o molesta, para mejorar el confort visual en los hogares. “Estos proyectos, que se amortizarán en unos nueve o diez años, mejorarán la eficiencia energética con la consiguiente disminución de emisiones de gases de efecto invernadero y permitirán reducir el importante gasto corriente que representa la factura energética y la de reposición de lámparas”, destacó Etxebarria.