NKARTERRI vuelve a estar de luto. La pérdida más reciente en este año nefasto y no solo por el coronavirus es la de Koldo Dalmau, miembro fundador de la asociación Alen de Sopuerta e incansable defensor de la cultura de la comarca, que falleció el domingo a los 70 años. "El 14 de junio será un día de infausto recuerdo para quienes de forma directa o indirecta pertenecen a la agrupación. Nos deja un amigo", lamentaron consternados sus compañeros.

"Llevaba unos treinta años residiendo en la antigua estación de Las Barrietas, que restauró con sumo cuidado y cariño y que nos quedará como su legado", rememoran. Tras poner en marcha el colectivo cultural para la conservación del patrimonio histórico y etnográfico, que toma su nombre de uno de los barrios mineros de Sopuerta, Koldo Dalmau llegó a ostentar la presidencia hasta que "en 2016 renunció a estar en primera línea". No obstante, "siguió como vocal y siempre permaneció implicado con todas las actividades".

La revista con la que mantienen a los vecinos al tanto de sus investigaciones, así como de la actualidad cultural del municipio y su entorno, la Txerriki Azoka y otras ferias de la comarca, la feria del libro en el frontón de Mercadillo, los actos en conmemoración del bicentenario del nacimiento de Antonio de Trueba y otras colaboraciones con el Museo de las Encartaciones -como la exposición dedicada a Ismael Fidalgo, el pintor de las minas- y otras instituciones de Enkarterri y Meatzaldea, las subidas a Pitomendi, el campeonato mundial de guisado minero que reivindica en la campa de Santa Ana el sencillo plato que saciaba el hambre de los trabajadores... Allá donde se hacía presente Alen nunca faltaba Koldo Dalmau.

"Fue un hombre extremadamente culto, convencido de lo que perseguía, cuya prioridad era dar a conocer nuestra historia y cultura. No encontraremos otra persona con tanta fe e ilusión por aquello en lo que creía", que además, demostró su generosidad "al ceder varios objetos personales al museo etnográfico del Valle de Villaverde y al espacio de exposición acondicionado en el centro de información de la vieja estación de La Aceña", en el tramo correspondiente a Galdames de la vía verde Montes de Hierro, gestionada por la asociación de desarrollo rural, Enkarterrialde.

Desde el Museo de la Minería del País Vasco ubicado en Abanto-Zierbena también transmiten sus condolencias a la familia. "Koldo, ¿qué decir sobre ti? Cuando se escuchaba tu voz nos quedábamos mirándote ensimismados como si hubieras venido de otro mundo. Tus historias, tu vida, tus pasadizos se nos han marchado mezclados junto al humo que, sin descanso, tu boca exhalaba. Siempre te recordaremos, amigo, compañero, maestro", trasladaron en un emotivo comunicado en redes sociales.

En el centro de documentación y divulgación Trueba echarán de menos "a una persona polifacética, volcada con cualquier iniciativa cultural" que trabajaba en favor de la comarca "en muchas otras cosas de las que no se enteraba nadie", ensalza Ricardo Santamaría. Le conoció "cuando se vino a vivir a la comarca y enseguida entendió su idiosincrasia y problemática, nunca se perdía cualquier tipo de reunión". En la asociación "hemos perdido a un apoyo muy importante" y él a título personal, a un amigo "con el que solía comer a menudo en su casa de Sopuerta".

Restauró la antigua estación del barrio, en la que residía, además de impulsar numerosas actividades en la comarca