"Conviviendo junto al cadáver de otro animal en estado de putrefacción, muy delgado, sin acceso a comida ni agua y con poca o nula capacidad" para moverse debido a que estaba "enganchado" a una valla. Así encontraron el pasado 3 de abril a Begi, un perro que estaba en un terreno privado de Lemoiz, entre Armintza y Urizar.

Tras denunciar su situación en el Ayuntamiento de Lemoiz, se inició un procedimiento administrativo. "El Ayuntamiento actuó de oficio procediendo a la custodia cautelar del animal por medio del servicio canino municipal en cuanto tuvo conocimiento de la situación", explicó el alcalde de la localidad, Iñaki Alonso.

Ocho meses después, el Consistorio ha tramitado una "propuesta de resolución" realizada por un instructor nombrado por el Ayuntamiento que todavía se encuentra en "periodo de alegaciones", por lo que "no está cerrado el expediente", aclara el regidor.

En dicha propuesta de resolución, se recoge la decisión de "devolver" el can a su propietario "en base al informe pericial redactado por el veterinario" del servicio canino municipal cuando se recogió al animal, prosigue.

A este respecto, en el informe redactado tras la correspondiente exploración por parte del mencionado veterinario, se detalla que en el momento de su recogida el perro estaba "en buenas condiciones" y que no presentaba "heridas, parásitos o llagas". "Lo único que se constató fue que estaba por debajo de su peso habitual, pero sano", indica Alonso.

No obstante, el Ayuntamiento de Lemoiz ha realizado una propuesta de sanción al propietario del perro "de 750 euros" de multa por las condiciones en las que se encontraba el animal cuando fue recogido y que fueron documentadas por medio de pruebas videográficas.

Firmas

Sobre esta línea, hace tres días se puso en marcha una recogida de firmas impulsada por Mertxe Soto Carazo a través de la plataforma change.org para evitar que el Ayuntamiento de Lemoiz devuelva a Begi a su dueño. Hasta la fecha, la propuesta ha recibido el respaldo de más de 1.800 personas. En ella se argumenta que las imágenes del estado en el que se encontraba el animal "son claras" y que "hay testimonios" que respaldan el "estado de gravedad" en el que se encontraba el can. Por este motivo, consideran que "las imágenes o testimonios deberían de ser más que contundentes como para tomar las medidas oportunas para que Begi no vuelva a manos de su propietario". De esta manera, solicitan que "la resolución final sea la retirada definitiva de Begi a su propietario".

Así, según el relato de los hechos expuesto por la impulsora de la recogida de firmas, "el día 21 de marzo" encontraron al perro "conviviendo junto al cadáver de otro animal en estado de putrefacción". Después, "el 3 de abril" hallaron al animal "muy delgado, sin acceso a comida ni agua, y con poca o nula capacidad para moverse". Ante esa situación, sostiene, el can intentó "escapar" y se quedó "más atorado, enganchado en la valla, sin posibilidad de movimiento" y estuvo así "durante días" sin que el dueño le "atendiera".