- Con un nombre tan entrañable como Epi y Blas, esta asociación leioaztarra no podía estar lejos de sus pequesen esta etapa de confinamiento que se prolonga en el calendario. Por eso, esta agrupación de tiempo libre, que contribuye a la educación de los niños y que les inyecta compromiso social cuando ya son más mayores, está cerca de ellos a través de las redes sociales y también les propone actividades para hacer más llevadera esta situación. "Para que no estén todo el rato con la televisión o las maquinitas", ilustra Raúl Martínez, uno de los quince monitores que forman parte de esta familia.

Esta iniciativa comenzó con una caza del zorro virtual y el pasado viernes tocó taller de cocina para aprender a hacer masa de pizza y galletas. "Hacemos las actividades en directo por Facebook e Instagram para así poder interactuar con la gente. Y bueno, luego los vídeos ahí se quedan para quien quiera retomar", apunta Raúl. La idea es llevar a cabo un par de acciones a la semana y desde Epi y Blas ya están pensando en las próximas: yincanas, manualidades€ Son desafíos para los que forman parte de la asociación de Leioa y también "para todo el mundo", como destaca este monitor. Así, Epi y Blas tendrán más amigos.

Los niños y las aitas y amas están encantados con estas proposiciones. "Muchísimas gracias, chicos por estos ratitos, lo hemos pasado genial; sois estupendos. Hasta la próxima", escribía en Facebook una de las participantes. Además de estas clases y juegos on line, la agrupación también pinchó a los niños anteriormente para que realizaran sencillas pruebas, como encontrar por casa libros de tres idiomas o cinco frutas y verduras. "Así facilitamos algo a los aitas esta época tan complicada con otras cosas que hacer con los críos, con planteamientos diferentes y, además, de esta manera, estamos en contacto entre todos y llegamos a más gente que también necesite este tipo de actividades", señala Raúl.

Y es que estas son las alternativas que han buscando los monitores a sus actividades habituales, esas que tanto se echan de menos al aire libre y en compañía: campamentos, convivencias, excursiones€ "Somos una asociación de tiempo libre desde hace veinte años y lo que hacemos es educar a los niños a través del juego", resume Raúl. Más en profundidad, la forma de trabajar de Epi y Blas se divide en dos. Al igual que los personajes de la televisión, este colectivo diferencia dos etapas: Epi (la naranja) es una etapa dulce, de pequeño y joven, lleno de vitalidad, más alegre y soñador. Es igual que el personaje, no duerme por las noches pensando en las cosas que le inquietan. Blas (el limón) es una etapa más seria, el que cuida de Epi y le da a conocer las diferentes realidades, le explica las cosas, se preocupa por él y por los demás de su entorno. Es por ello que esta agrupación laica, por un lado, por ejemplo, tiene una peña para las fiestas de San Juan con "80-90 críos" y también organiza campamentos, "al último fueron 80 niños", y, por otra parte, está comprometida con diversas causas. "Tenemos un proyecto con el Sáhara Occidental con el envío de bidones", incide Raúl. Aparte, también colaboran con el Banco de Alimentos de Bizkaia y con acciones asistenciales.