unque los meses de confinamiento ahora pueden parecer lejanos, sin duda, el papel y el protagonismo que adquirieron los pequeños establecimientos fue clave para hacer frente a las duras semanas de encierro. De esa forma, en municipios como Atxondo, con cerca de 1.400 habitantes, los comercios de cercanía han tenido un valor que ha ido más allá de las compras del día a día.

Y es que los establecimientos de Atxondo, desde el inicio del estado de alarma, han sido los encargados de alimentar a las y los atxondotarras y que no les faltara ni un producto de necesidad. Detrás del mostrador han visto cómo evolucionaba el día a día de unos vecinos que han apostado por estos establecimientos como su gran pilar durante los meses de confinamiento.

Desde el inicio de la crisis sanitaria provocado por el covid-19 y el estado de alarma, el Ayuntamiento de Atxondo ha ido adoptando distintas medidas para evitar la expansión del virus así como intentar ayudar a las familias y colectivos más vulnerables, garantizando siempre la atención y la seguridad de las y los atxondotarras ante esta complicada situación.

Como medida de prevención se clausuraron todos los parques infantiles y se cerró el Hogar del Jubilado así como las ludotecas y la biblioteca. También se intensificaron las labores de limpieza y desinfección de las calles y la atención municipal pasó a ser semipresencial. Sin embargo, la actividad y el mundo no se paralizó para los comercios o establecimientos considerados esenciales, que debían seguir funcionando pese a la grave situación sanitaria y a la incertidumbre e incluso duplicar esfuerzos y horas de trabajo para que no faltará ningún producto. De esa forma, los pequeños comercios de Atxondo como la Carnicería Martxel, la panadería o la farmacia pudieron seguir en activo y otros como Aitzpe tuvieron que cesar su actividad como consecuencia del decreto, pero no por ello se dejó de trabajar y de adaptarse a la nueva normalidad. "Han sido momentos de mucho trabajo, hemos estado día a día sin parar, pero sabíamos que nuestro trabajo era importante para que no faltara de nada, al final nuestra clientela es gente mayor, que no podía ver a sus hijos y hemos hecho como un vínculo muy bonito con la clientela y estamos muy contentos. No será fácil, pero entre todos haremos lo posible para poder salir cuanto antes de esta crisis y la asociación que vamos a formar nos ayudará", explica el responsable de la carnicería Martxel.

Sabiendo que el papel de los comercios de la localidad ha sido fundamental durante los últimos meses los responsables de los diferentes negocios han decidido sumar fuerzas y ponerse a trabajar para crear una asociación de comerciantes de Atxondo que dará sus primeros pasos en los próximos meses. El objetivo no será otro más que seguir trabajando para que el pequeño comercio pueda seguir creciendo y es que aunque reconocen que la situación para muchos de ellos no ha sido fácil, les pueden las ganas de seguir ofreciendo sus servicios para las y los atxondotarras siendo conscientes que estando unidos podrán seguir manteniendo viva la llama y el espíritu del pequeño comercio local.

Con la vuelta a la denominada nueva normalidad y con el objetivo principal de poder reactivar la economía local y ayudar a los pequeños comercios se puso en marcha la primera campaña de bonos descuento del municipio. Bajo el lema Atxondo berpiztu daigun, el Ayuntamiento quería conseguir dos objetivos fundamentales. Por un lado, ayudar al comercio y a la hostelería local tras la inactividad e impulsar el comercio local, además de ayudar a las y los vecinos. Una campaña que se prolongará hasta el 31 de diciembre y que ha contado con la participación de buena parte de los negocios de la localidad. En este sentido, el alcalde de la localidad, Xabier Azkarate volvió a asegurar que "la prioridad ha sido poder ayudar a todos los comercios y pequeños negocios del pueblo, impulsar su consumo, reactivar la economía y, al mismo tiempo, también a la ciudadanía".