"Todavía no se ha recuperado y está muy verde". Garbiñe Naverán, directora de Bilbao Paso a Paso, empresa receptora de turismo en Euskadi, constata lo que le está costando al visitante extranjero volver a pasear junto al Museo Guggenheim, el Puente Colgante o San Juan de Gaztelugatxe. La guerra de Ucrania y el alza de los precios han borrado de un plumazo los tímidos brotes verdes que habían asomado en el último trimestre de 2021 y que, cree, no volverán antes de la segunda parte del año. "Llega un crucero pequeño, algún grupo de alemanes... Pero muy poco, todavía está muy floja la cosa. El turismo internacional tardará en recuperase; aunque todo es muy incierto y cambia de un día para otro, no creo que lo haga antes de la segunda parte del año", prevé Naverán.

Si la pandemia puso patas arriba un sector que crecía con fuerza en el territorio, la guerra en Ucrania ha truncado las ilusiones de las empresas receptoras de turismo. "Se ha juntado todo un poco todo", explica la responsable de esta agencia bilbaina, con más de veinte años de experiencia y especialistas en el mercado japonés. "Para los norteamericanos y los asiáticos, todos los que no son europeos, estamos muy cerca de la guerra. La sensación es que está aquí al lado. Y el alza de los precios también está influyendo".

Para esta Semana Santa, la agencia tiene "muy pocos clientes. Empiezan a llegar los primeros cruceros, tenemos un barco pequeño, algún grupo de alemanes... Pero es todo muy incierto todavía". Y eso que la eliminación paulatina de las restricciones por la pandemia del coronavirus despertó la esperanza del sector, con la llegada de los primeros turistas extranjeros a Bizkaia después de más de año y medio. "A partir de septiembre y octubre empezaron a moverse las cosas; tras el parón por las navidades y el invierno ha llegado la guerra y el encarecimiento de los precios y se ha vuelto a quedar todo en el aire". Los europeos, por cercanía, protagonizaron aquella primera punta de lanza, además del turismo estatal, que ha seguido manteniéndose, "porque es más fácil coger el coche y venir".

Naverán hace una ilustrativa comparativa con la economía doméstica para explicar la situación. "Tú ahora te quitas de cosas porque se están encareciendo los precios: coges menos el coche porque la gasolina está más cara, la cesta de la compra ha subido, la electricidad ha subido... Lo que cada uno hace en su casa es lo que está pasando a nivel general con el turismo; al estar todo mucho más caro se buscan destinos más económicos".

Más tras la Semana Santa

Es cierto que estos días festivos no han sido tradicionalmente potentes en cuanto al turismo internacional en Euskadi, ya que "hay países en los que solo hay dos jornadas de fiesta, por lo que no compensan los viajes largos", recuerda la responsable de Bilbao Paso a Paso. "Nosotros empezábamos a trabajar más después de Semana Santa".

Sin embargo, las previsiones a medio plazo tampoco son demasiado halagüeñas. "El primer grupo de japoneses lo tenemos en noviembre y los norteamericanos, que vienen sobre todo en cruceros, no creo que se empiece a mover antes del finales de año. Se empiezan a mover cosas, pero todavía son muy pocas".

aeropuerto

741 vuelos. Esta Semana Santa, entre el miércoles 13 y el Lunes de Pascua, el aeropuerto de Bilbao operará un total de 741 vuelos: 123 el miércoles, el mismo número el Jueves Santo, 125 el Viernes Santo, 104 el sábado, 118 el domingo y 148 el Lunes de Pascua.

Cerca de las cifras prepandemia. El número de operaciones que se gestionarán desde el aeropuerto se acerca al que se registró en Semana Santa de 2019. Ese año, en esos mismos seis días, operaron 869 vuelos, frente a los 741 de este 2022. El aeropuerto ha recuperado prácticamente toda la oferta de vuelos.