En los últimos tiempos se suceden las noticias que tienen a Zorrotzaurre como protagonista. El pasado industrial de aquella península ya es historia; ha desaparecido. Tanto, que ahora es una isla. La isla del talento y de la innovación. Un pedazo de tierra sobre el que Bilbao ha depositado sus esperanzas para mantener su atractivo como ciudad con potencial.

Lo ha dicho el alcalde, Juan Mari Aburto, durante la puesta de largo del proyecto económico, empresarial, cultural y social que colonizará Zorrotzaurre durante los próximos años. El jeltzale no ha escondido su enorme satisfacción después de estampar su firma en el documento que guiará los compromisos institucionales. Porque no es un castillo de naipes.

Aquellos primeros esbozos de este campus, allá por el año 2007, ya están sobre el papel. Y llegan en un momento crucial, cuando empresas y fondos de inversión curiosean las perspectivas de crecimiento y de recuperación económica después de una pandemia. Y Bilbao está en el punto de mira.

"Tengo claro que si ya éramos una ciudad atractiva, vamos a serlo aún más con cada siguiente proyecto que nazca y se desarrolle en este botxo, pequeño pero grande en ambición", ha enfatizado el alcalde. "Bilbao tiene futuro. La 'isla del talento', Zorrotzaurre, va tomando forma y comienza una nueva etapa en la que fortalecer proyectos e ilusiones", ha apostillado Juan Mari Aburto.

Aburto ha puesto en valor la necesaria colaboración público-privada para que iniciativas de esta magnitud y recorrido puedan ver la luz. Y sobre todo, ha destacado la complicidad que tanto la Diputación Foral de Bizkaia como el Gobierno vasco (y la red de Parques Tecnológicos de Euskadi) han demostrado en el alumbramiento de este distrito tecnológico.

"Comparten la visión de que este nuevo campus es un hito histórico y va a ser uno de los futuros proyectos tractores de la economía de Bizkaia, capaz de generar un ecosistema sectorial que potencie el crecimiento del tejido empresarial", ha resumido al alcalde de Bilbao.