Bilbao, referente internacional tras medio siglo de cambios

El resultado en números de este proceso evolutivo se constata en los 1.965.000 metros cuadrados peatonales de la ciudad, 247.000 en los últimos diez años.

En muchas ciudades se han producido transformaciones y Bilbao se ha mirado y ha tomado ejemplo "pero en muchos de los casos son finitas en el tiempo. Lo sorprendente de Bilbao es que habiendo pasado 50 años de ese proceso no solo no ha concluido sino que estamos proyectando continuar con estas transformaciones los próximos 15 o 20 años. No conozco ciudades que hayan organizado un proceso de transformación que dure cincuenta años. No hay tantos ejemplos a nivel mundial".

Uno de los cambios pendientes a futuro que más impacto tendrá en la villa va a ser la reforma de María Díaz de Haro. Según el concejal, es un buen ejemplo del desarrollo de políticas generando zonas estanciales y peatonales en detrimento del coche. "María Díaz de Haro está en licitación y esperamos que esté adjudicado para este otoño".

No es el único cambio que sufrirá la villa a corto plazo. "En Zorrotzaurre se está terminando la urbanización de la unión con Botica Vieja y la punta norte. Y está en licitación la punta sur para lo que ha desaparecido la rotonda que había hasta hace pocos meses".

Otra de las actuaciones pendientes, contemplada en el Plan de Movilidad Urbana Sostenible, plantea prolongar el mismo formato de Gran Vía hacia Moyua hasta la Plaza Circular. En Rodríguez Arias la transformación afectará también al tráfico rodado pero sin llegar a ser una peatonalización completa. Los proyectos son numerosos y afectan a prácticamente todos los distritos.

Del total de metros cuadrados para el peatón, casi 300.000 más en los últimos años, el 73% (180.310 metros cuadrados) se han ganado con ampliaciones de acera, peatonalizaciones de calles existentes como Lutxana, Berastegi, etc y ejecución de orejetas.

El resto, un 27% (66.690 metros cuadrados), han sido resultado de urbanizaciones nuevas con calles y paseos.

Solo en 2021 el inventario de aceras se ha visto incrementado con respecto a los datos de 2018 en 6.600 metros cuadrados, lo que alzaría hasta 1.971.600 los metros cuadrados de superficie total de aceras y espacios peatonales.

"Interiorizamos muy pronto los cambios", señala Abaunza que coincide con su antecesor, Ibon Areso, quien acostumbraba a repetir que "los bilbainos amortizamos muy pronto las transformaciones".

Algunos, recuerda Abaunza, han sido grandes ejes de transformación urbana. Cita en este sentido una de las primeras y muy visibles actuaciones como fue la semipeatonalización de la Gran Vía o lo que supuso la operación urbanística de Abandoibarra. Sin embargo, para este concejal "los bilbainos ya lo han olvidado pero una de las actuaciones más potentes y difíciles desde un punto de vista de normativa fue el ensanchamiento de la Avenida de las Universidades, algo que se ha interiorizado pero que movió el curso de la ría desde el Puente de La Salve hasta Botica Vieja para ensanchar ese espacio peatonal".

Otra de las actuaciones que destaca por su complejidad y resultado es la que se llevó a cabo en la calle Claudio Gallastegi que ahora entronca con el puente de San Antón. "Antes no era así. Entronca con unos edificios que cortaban ese eje entre el puente mientras que ahora lleva directamente a Miribilla. Había unas edificaciones que lo impedían y tuvo que hacerse una operación importante para realojar a los vecinos en unas nuevas edificaciones y quitar el tapón que suponía".

Muchos nuevos vecinos de Bilbao no recordarán los dos edificios que cortaban la calle Alameda Rekalde, una de las más largas de Bilbao, divida por unas viviendas. La operación permitió dar continuidad al vial y ganar espacios de paseo.

Otras actuaciones más recientes han cambiado definitivamente la foto de Bilbao y aunque parece que la isla existió siempre hace tan solo dos años y unos meses, un 8 de octubre de 2018, las aguas colonizaban parte del canal hasta convertirlo en isla ante la expectación y entusiasmo de los vecinos.