Han abierto sus puertas en mal momento, pero los ha habido peores. Y los habrá mejores. La previsión es que para este próximo mes de junio las reservas de habitaciones se vayan generalizando tras la reapertura de fronteras y la recuperación de la movilidad por motivos turísticos.

De momento, ayer martes, día anodino en una semana de transición, el Ilunion San Mamés tenía 22 habitaciones ocupadas, pero es que hace dos días solo eran tres. "Vamos sumando un poquito cada día. Nos costará llegar a ocupaciones altas", refrendaba Alvaro Díaz-Munio, director del establecimiento hotelero.

Es el segundo que el Grupo Social ONCE tiene en Bilbao, pero hay algo especial que hace único a este establecimiento hotelero: más del 85% de su plantilla tiene algún tipo de discapacidad.

Este hecho ha empujado al Ilunion San Mamés a ser el primer hotel de Euskadi que cuenta con el certificado de Centro Especial de Empleo. De hecho, el grafiti que saluda a los visitantes en el hall ya anuncia algo sorprendente: Bienvenido a un mundo diferente.

Y no alude a la gigantesca pantalla en la que se suceden emblemáticas imágenes de Bilbao y Bizkaia. Se refiere a la veintena de empleados como Andoni Crespo, inquieto y diligente.

Nadie diría que tiene una discapacidad visual del 50%. Ni siquiera él lo decía cuando iba a una entrevista de trabajo ni en sus viajes como mochilero por medio mundo.

Este santurtziarra se defiende con una rapidez y habilidad envidiable en su puesto como camarero de pisos. Y lo hace, además, orgulloso de poder trasladar su felicidad y optimismo a los clientes.

"Están más cómodos que en su propia casa", describe. No en vano, desde la apertura oficial el pasado viernes, las redes sociales y plataformas especializadas albergan media docena de comentarios y valoraciones y ninguno baja del 9, apuntaba sonriente Crespo.

"No será algo puntual", intercalaba Díaz-Munio, seguro de su apuesta por un turismo y servicios de calidad, idea compartida por la alcaldesa en funciones, Amaia Arregi. "Que el cliente tenga una sensación de haber elegido bien", apostillaba el director del Ilunion San Mamés, hotel urbano de cuatro estrellas con 168 habitaciones, de las que seis han sido diseñadas totalmente accesibles para las necesidades de las personas con movilidad reducida.

Aunque todo el hotel en su conjunto, minimalista y accesible en todas las estancias, está adaptado al detalle para facilitar la movilidad de personas con alguna discapacidad sensorial.

Además, en sus 11 plantas se distribuyen salas de reunión, cafetería, zona de desayuno y una espectacular terraza en la segunda planta que comparte pared con la residencia universitaria.