La pandemia está cambiando los hábitos de movilidad en Bilbao. Ya sea por el teletrabajo, la educación on line en las universidades o por los confinamientos perimetrales tras un año de covid el número de vehículos que entran en la ciudad ha descendido un 15% con respecto a 2019 pero ha logrado remontar los datos de 2020 que bajaron hasta prácticamente la mitad las entradas.

Lo que no repunta de igual manera es el transporte público. Bilbobus terminó 2020 con un 38% de descenso de viajeros y ahora los usuarios de este transporte son un 23% menos que antes de la pandemia. La gente se mueve menos por una multitud de razones, como la implantación del teletrabajo y la educación a distancia, la pérdida de empleos o el cierre puntual de los principales lugares de ocio.

Pero la elección del medio de transporte está más condicionada por el miedo al contagio aun cuando todos los expertos califican el transporte público como un medio seguro. "Tenemos que volver a confiar en este medio de movilidad y dejar el coche privado en casa como hacíamos antes de la pandemia", invita Alfonso Gil, concejal de Movilidad y Sostenibilidad del Ayuntamiento de Bilbao.

Los datos publicados en varios estudios científicos realizados en distintos países certifican que el transporte público es un entorno seguro frente al covid-19. Asimismo, expertos en salud pública destacan además que, con las medidas de seguridad impuestas, como el uso obligatorio de la mascarilla por parte de los pasajeros, los continuos procesos de desinfección y limpieza de los vehículos, además de los sistemas de ventilación que renuevan el aire e impiden la transmisión del virus, el riesgo de infección es prácticamente imposible, sobre todo comparado con otras actividades. El último estudio realizado por la Comisión Europea sobre el transporte público ratifica que los viajes en autobuses, metros o tranvías son del todo seguros.

El estudio apunta que, en comparación con las reuniones familiares o el ocio, que están a la cabeza con casi un 40% de los contagios; el lugar de trabajo, con un 27%; o el entorno sanitario, con un 12%, el transporte público no representa ni el 1% de todos los contagios registrados tras estudiar la cadena de los brotes.

No solo eso sino que esta tesis está refundada por la Asociación de Transportes Públicos Urbanos y Metropolitanos (ATUC), que también defiende la seguridad de viajar en transporte público. Esta asociación incide en que desde que comenzó la crisis del covid-19, se han realizado labores de desinfección y limpieza en todas las flotas de transportes público. Este proceso de desinfección se realiza con carácter diario, siendo incluso mayor en muchas explotaciones, donde se aprovechan los tiempos de parada de los trenes o tranvías en los extremos de las líneas para desinfectar los elementos más susceptibles de ser tocados como barras, botoneras o cabinas de conducción.

La asociación añade que con las medidas aplicadas como el uso obligatorio de la mascarilla y los estrictos protocolos de limpieza y seguridad que llevan a cabo sus más de 100 empresas operadoras, el transporte público es un entorno totalmente seguro. De hecho, según los datos de esta asociación, no se ha registrado en el Estado español ningún contagio de coronavirus asociado al transporte público. Sin embargo, el miedo es el factor determinante de la ciudadanía a la hora de usar el vehículo privado.

MENSAJES ERRÓNEOS

Gil confirma esta mismasa teorías y admite que "quizas ha habido mensajes erróneos y hay ciudadanos a los que les ha calado". Y añade, "no hemos sabido persuadirles de que los autobuses son seguros como elr esto de transportes públicos".

En 2019 en Bilbao tomando como referencia el mes de marzo entraron un total de 2.638.107 vehículos. Hubo días concretos con más incidencia como el 29 de marzo donde llegaron a entrar en la capital 105.551. La pandemia asola las calles de la villa y el balance en 2020 dejó una cifras inusitadas en la capital. En todo el mes de marzo entraron en la ciudad 1.561.527 vehículos y ese mismo día 29 de marzo solo lo hicieron 8.223.

Cabía la esperanza de que pasado los peores momentos de la pandemia y con la fuerte apuesta desde el Área de Movilidad del Ayuntamiento de Bilbao por una movilidad sostenible las cifras futuras pudieran revertir en un mayor uso del transporte público sin embargo a éste le sigue costando recuperar sus datos. En 2.019 Bilbobus tuvo 2.59.139 usuarios una cifra que hasta un 52% en 2019 con 1.115.946 personas que se movieron con este transporte. En 2020 el reto de recuperar la movilidad con transporte público sigue rezagada. De hecho, aún se encuentra en un 77% es decir un 23% menos de antes de que comenzara la pandemia. Si se compara el mismo día el 29 de marzo, los usuarios han pasado de 89.643 en 2019 a 2.074 en 2020 y 60.097 en 2020.

Pero, Gil insite en que los bilbainos no tienen excusa para utilizar el transporte público. Hasta hace poco el 95% de los vecinos de la capital tenían una parada a menos de 300 metros de su casa. Pero, incluso, también este aspecto se ha logrado mejorar y ahora se podría decir que a la vuelta de la esquina cada vecino de Bilbao tiene una parada en su barrio, es decir a 200 metros.

Lo que si repunta y con fuerza es el uso de la bicicleta. En 2018 los usuarios de Bilbaobizi fueron 377.000 y en 2019 fueron 1.700.000. El año pasado, a pesar de las restricciones se registraron 941.000.

Este año solo en los 3 primeros meses del año ya hay 323.000 usos contabilizados y eso que el servicio actualmente no funciona los domingos y festivos y los sábados por la tarde.

En cuanto al tráfico interno en la ciudad también se puede decir que prácticamente se encuentra en cifras similares a las de antes de la pandemia. Hay un 10% menos de movilidad en vehículo privado por las calles del centro pero se achaca a la no presencialidad en muchas de las actividades tanto de trabajo como de estudio.