Las obras de demolición del edificio BAM en Abando se realizarán en los meses de verano, entre junio y septiembre, para minimizar los perjuicios, en la medida en que los alumnos del colegio Cervantes, situado a escasos metros de la Escuela Universitaria de Magisterio, están en esos meses en periodo vacacional. El concejal de Obras, Planificación Urbana y Proyectos Estratégicos de Bilbao, Asier Abaunza, ha dicho además que "se han establecido medidas extraordinarias que van más allá de lo habitual en una obra de esta tipología". Y, ha aclarado que no se ha detectado amianto pero se cumplirán los protocolos porque es un requisito incluido en toda licencias de derribo.

El concejal de Obras, Planificación Urbana y Proyectos Estratégicos de Bilbao, Asier Abaunza; el delegado de Euskera y Educación, Koldo Narbaiza; el delegado adjunto de Movilidad y Sostenibilidad, Álvaro Pérez; y la delegada de Salud y Consumo, Yolanda Díez ha coparecido hoy en comisión a petición de los grupos municipales EH Bildu y Elkarrekin Bilbao-Podemos/Ezker Anitza-IU/Equo Berdeak, para informar sobre la tramitación de la licencia de obras y el desarrollo de la demolición del edificio BAM.

En el solar que ocupa la facultad en la calle Barraincua se va a edificar un nuevo edificio que albergará las sedes de todos los servicios del Obispado de Bilbao y un hospital de Mutualia. Se trata de un proyecto salpicado de polémica por la oposición de vecinos de Abando así como de los padres del colegio Cervantes que se encuentra anexo. Sin embargo, la licencia ya ha sido concedida.

Ayer, Abaunza explicó que el 29 de marzo de 2021 se resolvió la concesión de la licencia de derribo y asegura que la licencia urbanística es un acto administrativo de control previo, de carácter reglado y declarativo, por lo que "si se cumple con lo que la ley estipula y establece, el Ayuntamiento está obligado a conceder" las licencias.

Sin embargo, admite que durante la tramitación de la licencia se han "recibido numerosos y diversos escritos" de padres y madres del Colegio Cervantes, de la asociación vecinal Abando Habitable y de personas a título individual solicitando que se posponga la concesión de la licencia de derribo atendiendo a la situación de emergencia sanitaria vigente.

El concejal ha asegurado que "en ningún momento ha habido falta de información hacia quieres se han personado en el expediente", como ha "reconocido el Ararteko en su comunicación del pasado 29 de diciembre". Además ha dicho con respeto a la existencia de amianto que en el proyecto de demolición del edificio no se menciona la presencia de esta sustancia, aunque en todos los proyectos de derribo se prevé el cumplimiento del Real Decreto 396/2006 por si aparecieran elementos con amianto, para asegurar la "correcta gestión de estos residuos".

La oposición

En su intervención la concejal de EH Bildu, Alba Fatuarte, ha asegurado que el "tema no es nuevo y ya pasó por el Pleno municipal" pero ha indicado que "a día de hoy, siguen siendo necesarias medidas extraordinarias para proteger la salud de la comunidad educativa del Colegio Cervantes. "El Ayuntamiento ha dado por válidas las medidas correctoras de empresa", como la de parar las obras durante diez minutos cada hora para ventilar y ha dado "luz verde al derribo", pese a que a su juicio son "insuficientes" y no se basan en estudios o recomendación sanitaria.

En su respuesta, Abaunza asegura que "somos conscientes de que quejas habrá y que todos y cada uno de los funcionarios y concejal del equipo de Gobierno y de la oposición preservan la salud de los niños" del centro educativo Cervantes. Y añadió que "se han establecido medidas extraordinarias ante la casuística de la protesta o inquietud de los padres y madres del colegio Cervantes y atendiendo a las reclamaciones que se hacen". Estas medidas, según ha dicho, "van más allá de lo habitual en una obra de esta tipología".

En su intervención la concejal de Salud y Consumo, Yolanda Díaz afirma que el colegio Cervantes tiene un Plan de Contingencia que aplica en sus aulas y en los protocolos que marcan los tiempos de ventilación de diez minutos han tomado parte tanto el Departamento de Salud y Educación como Osalan, "referencias suficientes" a su juicio.

Por su parte, la portavoz de Elkarrekin Podemos, Ana Viñals, afirma que se está "ante un problema de salud publica", que afecta al conjunto de vecindario y que "no se está priorizando la salud al no posponer la obras para evitar más contagios. Desde el PP, Carlos García ha reclamado las "máximas medidas de seguridad" para trabajadores, vecinos y los menores del colegio Cervantes